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Plan de humedales salva a la Laguna Avendaño de daños ambientales

El Superintendente de Medio Ambiente, Cristóbal de la Maza, visitó la Laguna Avendaño de Quillón para fiscalizar el cumplimiento de las normas ambientales, en un sector que había sufrido alteraciones que están siendo investigadas.

La autoridad nacional destacó que en el marco del Plan Nacional de Humedales (en vigencia desde el pasado 24 de noviembre), la entidad tiene herramientas para exigir que los proyectos privados no afecten los ecosistemas como el de la mencionada laguna, que es un hito turístico mayor en la Región de Ñuble.

De la Maza remarcó que “la laguna Avendaño es una zona muy importante desde el punto de vista de la conservación y tiene especies de mucha relevancia. Es un gran atractivo turístico de la comuna y la región, pero hace un par de meses hubo una denuncia de proyectos inmobiliarios que estaban rellenando el humedal”.

Cuando no existía la Ley de Humedales Urbanos, indicó, la Superintendencia no tenia las atribuciones para fiscalizar este tipo de incumplimientos ni prevenir que antes de que se llevaran a cabo actividades inmobiliarias o de otro tipo, se hicieran con apego a las normas nacionales.

Pero, ahora, con la normativa vigente, “fuimos a fiscalizar la zona y ver en qué estado está  el proyecto. Está detenido por el momento y esperamos que pronto la Laguna Avendaño sea declarada como humedal urbano”.

Control

Según la entidad estatal, en julio pasadose presentaron denuncias referidas a  alteraciones del humedal oriente de la Laguna Avendaño, los que habrían sido provocados por “las “Obras Proyecto Marina Avendaño”, del titular Inversiones e Inmobiliaria Quillón.

La primera actividad de inspección fue desarrollada el 20 de julio, donde se constataron “obras de destrucción de humedal a partir de relleno para la habilitación de un loteo”.

De las actividades de fiscalización ambiental desarrolladas, se logró verificar que el “Proyecto Marina Laguna Avendaño”, “sin perjuicio de ser un humedal urbano y protegido por la ordenanza local vigente, no cumpliría con las características de un proyecto que corresponda someterse al Sistema de Evaluación de Impacto Ambiental de acuerdo a la Ley 19.300”. 

No obstante lo anterior, y de acuerdo a lo resuelto por la Corte Suprema en la causa Rol N° 15.549-2017, la Superintendencia de Medio Ambiente remitió la Resolución N° 1252 de fecha 23 de julio de 2020, donde se entregan recomendaciones al titular del proyecto y que dicen relación con detener inmediatamente las actividades de limpieza y relleno ejecutadas y abstenerse de ejecutar el proyecto aprobado por la Municipalidad de Quillón.

Desde esta perspectiva, la visita del Superintendente tuvo como finalidad chequear el estado de la propuesta privada y dar a conocer a las autoridades y denunciantes el nuevo Reglamento de Humedales Urbanos publicado el pasado 24 de noviembre.

El seremi de Medio Ambiente, Patricio Caamaño, planteó que tras quedar en evidencia las eventuales faltas cometidas y que afectaban el ecosistema se procedió a realizar un sumario interno dentro del municipio de Quillón, en el cual tomó parte incluso el Consejo de Defensa del Estado (CDE).

De la Maza agregó que en la actualidad proyectos inmobiliarios o de otro tipo podrían ser ejecutados en humedales urbanos, pero luego de haber pasado por el Sistema de Evaluación Ambiental.

Respecto de los proyectos en tales zonas, de la Maza remarcó que “se podrían ejecutar, pero previo a una evaluación de impacto ambiental, lo que significa que si el proyecto genera eventuales impactos sobre la laguna y su biodiversidad, debería mitigar, compensar o reparar eventualmente esos impactos para poder desarrollarlos. Se permite el desarrollo de proyectos, pero que lo hagan con el cuidado del medio ambiente”.

En el caso del proyecto cuestionado, la autoridad nacional agregó que el titular “estaba rellenando la laguna y hay zonas que probablemente son de anidación de cisnes y al rellenar ese humedal reduce el hábitat de este tipo de especies y podría significar que estas migren matando el atractivo de la laguna”.

Afortunadamente, indicó, la fiscalización fue realizada a tiempo, pues la intervención fue menor “y se detuvo a tiempo antes de que hubiera un impacto mayor. Y en la parte municipal faltaba poner en regla algunos temas”.

En tanto, el encargado regional de la Superintendencia, Cristian Lineros, planteó que la entidad a nivel regional ha realizado controles para evitar que humedales sean intervenidos produciendo daños en ellos.

En este sentido Lineros acotó que en la actualidad llevan adelante un proceso de fiscalización respecto de la construcción de edificios de departamentos ubicados en el sector norte de Chillán, los que estarían emplazados en un humedal.

Como consecuencia de ello, el organismo regional está recabando antecedentes para determinar las condiciones en que se desarrollan las obras en ejecución y los efectos ambientales.

Áreas reconocidas

El Plan Nacional de Humedales es una política del Ministerio de Medio Ambiente, que permite que incluso los municipios presenten proyectos para que determinadas áreas de relevancia ambiental sean reconocidas y protegidas.

Cuando se declara un humedal urbano, este pasa a tener un estándar de protección mayor, de tal manera que la Superintendencia puede vigilar y ejercer sus atribuciones para protegerlos.

El seremi Patricio Caamaño, detalló que en la Región de Ñuble existen en la actualidad grandes humedales como el de Santa Elena en Bulnes, Taucú en Cobquecura y el de Vegas de Itata entre Trehuaco y Coelemu.

Pero además, hay como mínimo 30 sitios de interés comunales para la preservación de la vida vegetal y animal, que requieren un plan de protección especial dada su relevancia desde el punto de vista ambiental, pero que además tienen relevancia paisajística para las comunas.

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