“Es una región nueva, es mi región. Poder desarrollar infraestructura y recurso humano en todo lo relativo a la educación física y el deporte es el desafío. La idea es mejorar la implementación y hacer un Ñuble competitivo y deportivo”.
Ese era el objetivo que había trazado Mauricio Melo Acuña, ingeniero agrónomo chillanejo de 48 años, magister en administración de empresas, cuando asumió como director regional del IND Ñuble, tras la inicial y prolongada subrogancia del abogado penquista José Mendoza, quien arribó para instalar la institucionalidad deportiva en la capital regional.
Sin embargo, Melo no pudo ejercer su cargo ni cumplir su meta.
A los dos días de asumir y participar en la entrega de premiación de los atletas en el marco de la realización del 2º Clasificatorio Zona Sur de las Ligas Deportivas de Educación Superior, en la modalidad de atletismo, tuvo que pedir licencia para iniciar un tratamiento que frenara el cáncer que se le había descubierto.
Tras su alejamiento temporal, fue subrogado por José Mendoza hasta diciembre, y luego en enero, asumió de manera interina Marcelo Zapata. Melo había prometido volver para asumir este gran desafío, sin embargo, su enfermedad empeoró en plena pandemia y falleció hoy viernes, generando un gran pesar en el seno de su familia y compañeros de trabajo.
Amante del fútbol
Melo fue director regional de Aguas Bío Bío en el Ministerio de Obras Públicas en Concepción, gerente comercial de MAS Recursos Naturales S.A. Gestión Hídrica y Energías Renovables y coordinador macrozonal de la Comisión Nacional de Riego (CNR). Al cargo de director regional del IND Ñuble llegó tras adjudicarse el concurso público.
“Ñuble en el plano deportivo está creciendo. Tenemos importantes representantes, hay que mejorarlo. Estamos dando nuestros primeros pasos como región y el objetivo es que la partida sea rápida y fuerte”, fueron parte de sus primeras y últimas declaraciones a La Discusión el 12 de septiembre cuando asumía el cargo.
Melo, chillanejo, casado, con dos hijos y amante del fútbol, vistió las casaquillas de los clubes del fútbol amateur local, Deportivo Chile y del Club Deportivo El Tejar. Incluso, jugaba por el equipo de los apoderados del Colegio Padre Hurtado, donde lo recuerdan como “un amante del fútbol, que jugaba bien a la pelota”.
La Seremi del Deporte y la Dirección Regional del Instituto Nacional del Deporte entregó sus condolencias “a su familia, seres queridos, amigos y colegas en este duro momento”. Al cierre de esta edición, sus restos eran velados en la Capilla Copelec y este sábado serán cremados en una ceremonia íntima en Concepción.
