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Participación electoral en Ñuble disminuyó un 10% respecto de 2017

Si bien el plebiscito constitucional del pasado domingo marcó un hito en cuanto a participación, al transformarse en la mayor votación de la historia de Chile desde el punto de vista de números absolutos, y además, romper la barrera que no se superaba desde el 2012 con voto voluntario, el 49,2%; las cifras en Ñuble tendieron a la baja.

La pandemia, la dificultad para trasladarse en comunas alejadas y el escaso nivel de penetración de la campaña en redes sociales en sectores rurales, que predominó esta vez, en desmedro de las actividades presenciales, pudieron haber jugado en contra de la concurrencia a las urnas en el territorio, no llegando a la barrera del 40%, dieciséis de las veintiún comunas.

A nivel nacional, la participación llegó al 50,9%, en tanto en Ñuble, alcanzó el 42,4%.

Para la segunda vuelta presidencial de 2017, la última elección registrada en el país, un 52,8% de los ñublensinos sufragó, es decir, 10,4% más que en la histórica jornada del domingo.

Por comunas, El Carmen y Ninhue registraron la mayor disminución de votantes, con un 23% menos; Ñiquén, Cobquecura y Trehuaco con un 21% menos; y Coihueco, con un 20% menos.

En el país, Ñuble se ubicó cuarta en cuanto a menor participación electoral, después de Aysén (39,4%), Araucanía (40,1%) y Magallanes (41,3%).

Campaña no incluyó a la ruralidad

Según el analista político, Rodrigo Landa, “es muy probable que la participación registrada en Ñuble, comparándola con el global nacional, se explique por su demografía y por algunas variables sociales como la ruralidad, índices de pobreza y un amplio segmento de población mayor, afectada últimamente por los riesgos del Covid-19. Hay también un componente cultural que diferencia a aquellas ciudades o regiones con alto nivel de debate y acceso a la información, con otras que todavía no han internalizado del todo este proceso político”, advirtió.

En el mundo rural, agregó, “puede resultar un tanto lejana la discusión constitucional, por ejemplo. No así los temas que tienen incidencia más tangible en el territorio”.

Similar percepción tiene la académica y experta en Marketing Político, Paulina Pinchart.

“Esta campaña fue básicamente por Internet, por el Covid-19, e Internet no tiene penetración en el mundo rural.

Es mala la señal, se cae, por lo tanto, la gente estaba menos motivada. Además, los políticos se van a hacer campaña y se esfuerzan por llegar a los sitios donde la densidad es más alta, porque así, con un esfuerzo menor, matan dos pájaros de un tiro. Se dejó más de lado la ruralidad esta vez, que por experiencia, sé que no es que no esté interesada, sino que no recibe la información desde el mundo político”, afirmó.

A esto, dijo, hay que agregar el Covid-19, no obstante, este efecto debió notarse en todo el país por igual, y no fue así. Ahora, la expectativa era que votaran más los jóvenes, y en el mundo rural hay menos jóvenes, por lo tanto ellos no tuvieron ese incremento”, manifestó.

Para la politóloga y académica de la U. de Concepción, Jeanne Simon, la baja participación en los sectores rurales fue en general, y a su juicio, se explica por una combinación de factores.

“Hubo una pobre campaña de información en los sectores rurales, afectando la motivación por falta de claridad, y en ese sentido, la franja televisiva gratuita no ayudó mucho para visibilizar los temas; hubo problemas con transporte público para llegar a los locales de votación, lo que sumado al Covid-19, inhibió el deseo de concurrir a votar; y el aumento que se dio en las grandes ciudades por una mayor concurrencia de los jóvenes no se dio en los sectores rurales, pues allí viven pocos jóvenes”, explicó.

Según Jeanne Simon, “se esperaba que aumentara la cantidad de personas que votan, al menos eso decían todas las encuestas, y si bien la llegada del coronavirus influyó en las medidas de seguridad, el gobierno y el Servel tomaron en serio la preparación del proceso e implementaron sistemas que funcionaron bien y de forma segura, en especial para los vocales de mesa”.

Según la politóloga, “por la pandemia y las redes sociales, se ha cambiado la manera de organizar las campañas. El distanciamiento físico afectó la movilización del electorado en aquellos sectores con mayor presencia de adultos mayores”, afirmó.

Al respecto, el intendente de Ñuble, Martín Arrau, quien al inicio de la jornada de votación había declarado que aspiraba a que el territorio destacara a nivel nacional en participación; sostuvo ayer que “honestamente, me hubiera gustado tener mayor participación en Ñuble que la que tuvimos, no solo de jóvenes. En general, cuando uno conversa con las personas en la calle hay desazón y desencanto por la forma en la que se hacen las cosas, y la juventud, que tuvo el domingo una participación importante, me llena de esperanza. Nuestro desafío es contar con nuevos actores”, manifestó.

Más rechazo que en el resto del país

Junto con la disminución en el nivel de participación, Ñuble destacó a nivel nacional por ser la segunda región del país -después de la Araucanía- donde la opción Rechazo alcanzó mayor cantidad de votos (29,7%), no obstante el triunfo del Apruebo fue categórico, con un 70,2%.

Algunos atribuyen este resultado al posicionamiento de la UDI en la zona (que tiene un senador, un diputado, un intendente, un gobernador y a los seremis de las carteras más importantes), partido que sí manifestó abiertamente estar por el Rechazo.

Otro factor sería la ruralidad, pues en Chillán y Chillán Viejo, el Apruebo obtuvo un 74,8% y un 75,5%, respectivamente, mientras que en comunas rurales como Pinto y Coihueco, ambas comandadas por alcaldes del oficialismo, solo alcanzó un 52,6% y un 61,7%, respectivamente.

Para Paulina Pinchart, estos números no le sorprenden.

“Viendo el porcentaje del rechazo en global, el resultado no está alejado de la tradición electoral de Ñuble, un territorio que nunca ha sido de izquierda, muy por el contrario, es más bien de derecha, por lo tanto, que hubiera habido un mayor porcentaje de votos por el Rechazo en comparación a otras regiones del país, tiene mucho que ver con la idiosincrasia de Ñuble, algo que quizás pasaba más desapercibido antes, cuando no eran región, pues Biobío compensaba”, aseveró.

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