Close
Radio Radio Radio Radio

Para el pueblo lo que es del pueblo

Finalmente el pueblo marchó simbólica y materialmente, para ingresar al espacio sagrado donde por mandato popular redactarán una nueva Constitución. La Lista del Pueblo y el Partido Comunista lo hicieron desde la Plaza Italia, el Frente Amplio desde la Plaza Yungay y los socialistas desde el monumento de Salvador Allende en la Plaza de la Constitución. Los Mapuches desde el cerro Huelen y la Plaza de Armas, así como los Aymaras desde el Palacio Pereira. Otros arribaron muy temprano, sin ningún inconveniente.

Al llegar a las vallas de seguridad se abrazaron emocionados para despedirse de sus acompañantes. Los espacios que habían sido testigo de violentas manifestaciones, se volvieron por obra y gracia de la democracia en su máxima expresión, en espacios solemnes, trascendentes y sublimes. Los pueblos originarios contribuyeron a crear un ambiente mágico con sus ritos, rogativas y ceremonias. El pueblo había logrado construir su propia escenografía. El salón de los constituyentes se fue llenando de coloridas banderas y variados atuendos de los pueblos originarios. Alguien llegó vestido de huaso y otros y otras con pañoletas que daban cuenta de sus identidades.

A simple vista era posible observar la diversidad de nuestro pueblo, diversidad étnica, de género, política y social. Allí estaba representarlo el pueblo de Chile en toda su extensión. Era la fiesta de la democracia en plenitud, hasta que se pronto todo pareció derrumbarse, aparecieron los fantasmas y los demonios del estallido social y por momentos la situación se tornó caótica.

En ese momento emergió una figura que sale del anonimato para entrar a la historia. Carmen Gloria Valladares, secretaria del Tribunal Electoral, con calma, paciencia y tino, controló la situación, restauró e impuso por presencia el Estado de Derecho e instaló la Convención con la solemnidad y respeto propio de acto republicano. Sin duda que fue, junto al pueblo, la gran protagonista de una acto sin precedentes en la historia de Chile. Un pueblo representado en la diversidad de la convención que era fácil observar a simple vista, un pueblo que cuando entraron los últimos constituyentes que aún renuentes, permanecían afuera del edificio del ex congreso, terminó por aceptar la misión encomendada por mandato constitucional.

Se impuso una institucionalidad que por momentos pareció tambalear y que sigue demostrando fortalezas, a pesar de la crisis de la cual a partir de este solemne acto debiéramos empezar a salir. Fracasaron los anarquistas y adictos a la violencia, aislados en su ceguera. Ellos no son parte de ese pueblo multicolor que con total solemnidad participó en el acto y eligió democráticamente a Elisa Loncón como presidenta y a Jaime Bassa vicepresidente de la convención.

El pueblo somos todos, los que piensan igual y también los que piensan diferente y la Convención Constituyente nos representa a todos sin excepción.

Llegó la hora del diálogo y de la construcción de un futuro donde nadie sobre. Como dijo León Gieco: “Para el pueblo lo que es del pueblo, porque el pueblo se lo ganó” con más y mejor democracia. La elección de Elisa Loncón es un símbolo de ello.

Agregar un comentario

Su dirección de correo no se hará público. Los campos requeridos están marcados *

Leave a comment
scroll to top