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Nuevo hospital se salva de la cuarentena y es la única obra en desarrollo

Foto: Mauricio Ulloa

La cuarentena decretada en Chillán y Chillán Viejo,  para controlar la epidemia por Covid-19,  tuvo como efecto la paralización inmediata de la mayor parte de la construcción de edificios en la ciudad, así como otras abras de infraestructura habitacional.

La medida de excepción ha tenido una serie de efectos, entre ellos que muchas personas que trabajaban en cada uno de los proyectos hayan dejado de desempeñarse en ellos, sin conocer lo que les depara el futuro.

A eso se suma que los planes de entrega de casas o departamentos, e incluso otros tipo de obras como el centro comercial  de la empresa Vivo, en Avenida Vicente Méndez, deberán ser postergados.

El director de Obras de la Municipalidad de Chillán, Flavio Barrientos, indicó que “salvo el hospital de Chillán, la mayor parte de las obras en desarrollo paralizaron, pues las condiciones de la cuarentena impiden la realización de trabajos donde haya gran aglomeración de personas”.

En el caso del hospital, remarca, se trata de un caso excepcional, pues se considera que se trata de una edificación que brindará un servicio de primera necesidad para la comunidad en general.

Barrientos apuntó que es de esperar que en el futuro cercano las faenas en los proyectos en marcha puedan ser retomadas,  para que no se atrasen y no generen efectos sociales ni en la cadena de empleos.

El arquitecto planteó que “un efecto concreto de la cuarentena es que la empresa Vivo pensaba abrir el outlet en octubre, de tal manera de tener abierto el local para la comunidad para fines de año, pero estimamos en la Dirección de Obras que es muy difícil que aquello se cumpla”.

Nuevo hospital

En lo que respecta al nuevo hospital de Chillán, efectivamente es la única obra que en la actualidad exhibe avances diarios y el movimiento de vehículos y personal de la empresa Inso Chile S.A. es similar al período pre cuarentena.

La existencia de actividades en el sector se explica, indicó el intendente Martín Arrau García Huidobro, debido a que se trata de una edificación ligada a la salud, a la que no le afectan las restricciones asociadas al período de excepción.

La autoridad regional planteó que “dentro del instructivo nacional se autoriza que las faenas de construcciones, “como Cesfam o cualquier dispositivo ligado al mundo de la salud puedan seguir trabajando”.

Como resultado de ello, explicó, es que se ha podido incorporar en el país hospitales de construcción acelerada en momentos en que se requiere mayor infraestructura. En este marco, se espera que en el país la red sea más robusta para atender a los usuarios del sector público.

En el caso del hospital de Chillán, no se trata de una obra que esté en proceso de entrega, sino que le faltan varios años de trabajo, pero que no se hayan detenido los trabajos, agregó, “va a permitir tener un muy buen avance”.

Una vez que se levante la cuarentena, algo que espera el mundo de la construcción, debieran aplicarse nuevas medidas sanitarias para evitar al máximo los contagios entre operarios.

Elementos de protección

Desde el Servicio de Salud, se planteó que la empresa Inso, luego de que concluyera el proceso de rescate arqueológico (por parte de Monumentos Nacionales), está laborando en todo el perímetro considerado en la obra. 

Esta,que es la primera gran inversión pública de la Región de Ñuble, costará alrededor de $200 mil millones, para habilitar de 128 mil metros cuadrados de servicios médicos.

El recinto contará con nuevos estándares de calidad, que incluyen eficiencia energética, equipamiento con tecnología de última generación, espacios amigables para humanizar el trato, construcciones sismo- resistentes, con pertinencia cultural, entre otras características.

El recinto, contará con 530 camas, aumentará al doble las camas críticas; 14 pabellones; cinco salas de parto integral; centro de Atención Ambulatoria de Especialidades Médicas y Odontológicas; y salas de hospitalización de 64 metros cuadrados, con el fin de brindar mayor comodidad a los usuarios.

Además tendrá más médicos especialistas y nuevos servicios como la Unidad de Hemodinamia; Servicio de Psiquiatría para niños/as y adolescentes y una remozada unidad de oncología.

La directora(s) del Servicio de Salud Ñuble, Elizabeth Abarca Triviño, planteó que las faenas que se realizan en el lugar por parte de la empresa INSO Chile no se han detenido.

La profesional indicó que “los trabajos del nuevo hospital continúan desarrollándose de acuerdo al cronograma establecido; siguiendo todas las indicaciones exigidas por la autoridad sanitaria”.

Para asegurar la normalidad de las obras, agregó, han sido adoptadas una serie de medidas aconsejadas por la autoridad: “Es así como cada persona que labora en la obra, cuenta con sus elementos de protección personal. Además, los equipos se encargan de mantener el distanciamiento físico, algo que se ve facilitado ya que principalmente se realizan tareas de excavación; en un espacio abierto”.

La directora (s)  recalcó que “si bien estamos enfocados en responder a las exigencias sanitarias que nos plantea la pandemia, entre nuestras prioridades también está el continuar avanzando con celeridad en este megaproyecto de salud, ya que como lo hemos dicho, nuestra región necesita contar con un nuevo hospital y el momento que vivimos es la mejor prueba de aquello”.

Otras obras

Una situación totalmente diferente se observa respecto del Centro de Justicia, que en el futuro deberá albergar a la Corte de Apelaciones y tribunales civiles de la ciudad.

La jefa de proyecto,  del Departamento de Infraestructura y Mantenimiento de la Corporación Administrativa del Poder Judicial (CAPJ), Synthia Vera, informó que en la zona no se pudo seguir con las faenas en desarrollo.

La profesional agregó que “debido a las medidas adoptadas por la autoridad sanitaria, que son decretar cuarentena obligatoria para la ciudad de Chillán, las obras se encuentran paralizados en estricto apego a las indicaciones dadas por la autoridad, medida que rige desde el 31 de marzo”.

Synthia Vera agregó que “a esa fecha la obra presentaba un avance real de un 14,65%, versus un avance programado de un 12,87%, el cual corresponde a un adelanto de 13,35 días respecto a la programación”.

Respecto a la fecha de término del proyecto, subrayó, aún no se puede evaluar el impacto que pueda producir esta paralización sobre el plazo real, sin embargo la fecha de término que tiene el actual contrato se mantiene al 25 de mayo del 2021”.

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