Señor Director:
El jueves de la semana recién pasada, el Congreso aprobó la nueva ley de migraciones. La norma entrega nuevas herramientas al gobierno para el control migratorio, promueve derechos y deberes de los extranjeros y desincentiva el ingreso irregular.
La modernización de este cuerpo legal es motivo de celebración y prudencia. Celebración, ya que promueve una política migratoria centrada, evitando los extremos de aislamiento nacionalista y de fronteras abiertas sin restricciones.
Prudencia, ya que las nuevas herramientas podrían ser utilizadas por autoridades irresponsables que quieran mantener agendas extremas.
Esto no es política ficción: voceros del Frente Amplio ya indicaron que recurrirán al Tribunal Constitucional para evitar que el texto se vuelva ley de la República.
No nos engañemos, para evitar un descontrol migratorio similar al del 2017 será necesario someter a nuestros candidatos a un escrutinio permanente.
Gonzalo Valdés
Director ejecutivo Centro de Políticas Públicas UNAB
