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“No vamos a caer en algo que parece un chantaje a Chillán”

Mauricio Ulloa

“No vamos a ceder y si tenemos que ir a la cárcel por ocupar aguas que pertenecen a la ciudad de Chillán, lo vamos a hacer, pero no vamos a caer en algo que parece que es un chantaje a la ciudad”, planteó hoy el presidente del  directorio de Nevados de Chillán, Guillermo Ruiz.

El propietario de la empresa concesionaria de los bienes municipales en la cordillera de Pinto, agregó que el municipio chillanejo tiene absolutamente justificado el uso de las aguas que nacen en el predio termal y las demandas interpuestas por la Junta de Vigilancia del Río Diguillín (JVRD), corresponderían a una estrategia judicial que no tiene bases sólidas y olvida que la ciudad de Chillán ha utilizado las aguas termales desde el año 1880 a través de sucesivas concesiones.

Ruiz agregó que el litigio, al que cataloga como “artificial”, tiene como único propósito generar las bases para una negociación privada respecto del uso de un elemento vital para el desarrollo del turismo en la zona.

Como informó La Discusión, la JVRD solicitó el 23 de septiembre de 2019 ampliar la querella criminal por usurpación de aguas presentada en abril de 2015 contra el jefe comunal, e incluir el desacato, debido a que si bien la Corte Suprema ordenó en noviembre de 2017 cesar de inmediato las captaciones y desmantelar las obras que se construyeron para ello, a la fecha se continúa utilizando dichos afluentes para abastecer las instalaciones del principal complejo turístico de la región, según acreditaron las diligencias realizadas por personal de la PDI en el predio, como parte de la investigación que se encuentra radicada en la Fiscalía local de Chillán.

Guillermo Ruiz agregó que el tema lo están analizando desde el punto de vista jurídico con la Municipalidad de Chillán, con la finalidad de lograr que se reconozca el uso histórico de las aguas termales por parte de la ciudad de Chillán, habitantes de la Región de Ñuble y no solamente por parte de un grupo.

El empresario indicó que del total de aguas que se utilizan para fines turísticos, el que va destinado a la bebida de los pasajeros corresponde a un porcentaje mínimo, mientras que el grueso tiene como finalidad usos terapéuticos a través de las aguas termales que se ocupan en el recinto municipal y en Valle Hermoso.

Ruiz agregó que en la actualidad a las aguas que nacen en el lugar se les da en general un uso no consuntivo, pues tras ser ocupadas vuelvan al cauce natural.

“Esto en verdad parece un escándalo, una suerte de chantaje a la ciudad de Chillán y uno de sus más preciados bienes”, subrayó.

Estrategias

El tema ha sido analizado en reuniones de concejo municipal y en comisiones de trabajo por parte del alcalde y concejales, y en general la opinión parece ser la misma. Al menos hoy el alcalde Sergio Zarzar, en sesión ordinaria del  Concejo Municipal, recalcó una vez más que “no soy usurpador de aguas”.

En una reunión anterior con ediles había sostenido igualmente que no le parecía adecuado que las aguas, que han sido de libre disposición por parte de la municipalidad,  se transformaran eventualmente en un negocio.

El presidente de la Comisión Termas del Concejo Municipal, Víctor Sepúlveda Barra, indicó que en la actualidad se barajan algunas alternativas para evitar que la ciudad se quede si utilizar el agua, que es la base del turismo y adicionalmente fuente de divisas para el municipio.

En estas condiciones, una opción que se estudia en la actualidad es proseguir con la línea jurídica que ha mantenido la municipalidad, como es exponer ante tribunales y lograr el reconocimiento del dominio de las aguas.

En segundo lugar queda la posibilidad de verificar la existencia de derechos de agua que puedan ser adquiridos, pero no a la Junta de Vigilancia del Río Diguillín, lo que no se ve muy factible, plantean concejales.

La tercera vía para salir del litigio y evitar los problemas que se generarían en la zona es sentarse a conversar con la Junta de Vigilancia, pero una vez que se cierren todos los otros escenarios.

En general los ediles han tratado de mantenerse al margen de las negociaciones que lleva la municipalidad y la empresa concesionaria con la Junta de Vigilancia del Río Diguillín, con el objetivo de no entorpecer la defensa municipal.

El tema ha comenzado a inquietar a los concejales, los cuales advierten que existe un problema en ciernes que puede afectar el principal bien de la ciudad.

Se trata de un conflicto en el que si bien están involucrados la municipalidad y Nevados, debe ser solucionado por el municipio, pues la entidad edilicia concesionó el predio cordillerano el año 2008 con aguas termales.

De esta manera se estima que de concretarse alguna compra de aguas esto tendría que hacerlo el municipio chillanejo con sus propios recursos.

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