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Muertes en pandemia

Mauricio Ulloa

Saber que el exceso de mortalidad en lo que va corrido del año, esencialmente ha sido producido por el Covid-19 deja de ser un referente estadístico para entender el impacto de la pandemia en su cara más dramática.

En Chile, como en todo el mundo, es imposible identificar todas las personas contagiadas por Covid-19. Los datos reportados son los casos detectados, pero no son la totalidad de las personas enfermas con el virus, además al aumentar el número de casos detectados es favorable a la hora de identificar los brotes y poder implementar medidas de aislamiento de una mejor forma. Lo ideal sería, entonces, evidenciar un incremento en el número de casos detectados, pero sin que el número de muertes crezca de igual forma.

Sin embargo, esa no es la realidad. Ni la nuestra, ni la de los otros países. Más de 23 millones de personas se han contagiado con coronavirus en todo el mundo y 809 mil han muerto. Eso significa que entre los casos globales confirmados, un 4% de las personas murió.

Este nuevo coronavirus es más letal que la gripe estacional, aunque no tanto como el ébola y otras enfermedades infecciosas que han surgido en los últimos años. Sin embargo, está matando a más personas que las enfermedades más letales y esto se debe a que es más contagioso.

Para nuestro país, la estimación de muertes 2020 realizada por el INE era de 117.050 y la proyección para el primer semestre era de 56.302 personas. El Registro Civil inscribió en este mismo lapso un total de 61.803 personas fallecidas. La diferencia es de 5.501 personas, un 9,8% más. Esta es la cifra estimada de exceso de mortalidad correspondiente al primer semestre 2020.

El exceso de mortalidad significa, en palabras simples, que el número de fallecimientos sobrepasa lo normal proyectado para un año, como consecuencia de algún evento singular, en este caso la pandemia del covid-19.

Por otra parte, es bien conocido que esta pandemia está afectando más letalmente a las personas mayores, que representan en Chile el 16% del total poblacional. En resumen: los jóvenes se contagian y los más viejos se mueren. Al 30 de julio, el 85% de los fallecimientos se han producido en adultos mayores: un 50% en personas de la tercera edad (60-79 años) y un 35% en personas de la cuarta edad (80 y más años).

En términos globales de los fallecidos por Covid-19, el 58% son hombres y el 42% son mujeres.

Todos estos datos dan cuenta del impacto de esta enfermedad, que en Chile ha cobrado casi 10 mil vidas, casi la misma cantidad de personas que murieron por enfermedades del sistema respiratorio durante todo el año pasado.

La intención no es atemorizar ni mucho menos, pero sí es un llamado a ser responsable con uno mismo y con los demás, no pensar “a mí no me va a tocar”. Es una invitación a seguir las recomendaciones de los expertos, a no menospreciar el esfuerzo de las autoridades, a adaptarse a la vida bajo pandemia, a tener más autocuidado y una mayor disciplina social.

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