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Librerías piden que su actividad se declare esencial

Mauricio Ulloa

Pequeños y medianos empresarios chillanejos dueños de librerías plantearon su preocupación por el inicio de una nueva cuarentena en la intercomuna a partir de este jueves, y su impacto en la actividad precisamente en un periodo clave para sus negocios, ya que tradicionalmente cerca del 60% de las ventas se concentra entre enero y abril, debido a la demanda por útiles escolares. En ese contexto, reconocieron que la crítica situación por la que atraviesan se está traduciendo en la destrucción de empleos.

Precisamente hoy al mediodía se reunieron en el Paseo Las Palmas Fernando Escrig, de Bluemix; Mario Karig, de Librería Karigna; y David Vera, de Pandora; quienes si bien reconocieron el complejo escenario sanitario debido al alza de contagios de Covid-19, también plantearon que obligarlos a cerrar pone en riesgo a más de una decena de Pymes de Chillán y a sus cerca de 150-200 trabajadores.

Fernando Escrig apuntó específicamente a la competencia “inmoral” de las cadenas de supermercados, que pese a lo establecido en el plan Paso a Paso, que indica expresamente que no pueden vender productos no esenciales, lo hicieron durante la última cuarentena en Chillán, entre fines de enero y fines de febrero, lo que incluye no solo los artículos de librería, sino que también electrodomésticos, electrónica y tecnología, así como también vestuario y calzado.

Recordó que, pese al compromiso del ministro de Economía, Lucas Palacios, la prohibición no se tradujo en un decreto, por lo que los supermercados no se ven obligados a cumplir esa disposición.

Ante este panorama, los empresarios pidieron que declaren al rubro como esencial y en consecuencia, que les permitan atender público durante la cuarentena.

“Yo pido que se tomen medidas iguales para todos, porque si no les dan permiso a las librerías para que operen, entonces, que nadie venda productos de librería”, sostuvo Escrig, subrayando que esa prohibición “está publicada en el plan Paso a Paso, pero no se cumple”.

Empleos en riesgo

Con pesimismo, Escrig advirtió que “vamos a empezar a perder puestos de trabajo; todas las librerías contratamos personal part time para cubrir la temporada escolar; este año contratamos menos personas y las que contratamos por un mes, no tenían ninguna opción de renovar, porque entramos en cuarentena, y los que estaban hasta febrero, los tratamos de mantener, porque no cumplen requisitos para acceder al seguro de cesantía. De todas formas, en unos meses más tendremos que decidir si mantenemos al mismo equipo, pero está descartado contratar”.

Recordó que el año pasado, perdieron un 25% de las ventas, mientras que para este año las proyecciones son peores.

El empresario comentó que “creemos que vamos a poder cumplir nuestros compromisos de los próximos meses, pero si seguimos en esta condición, si seguimos entregándole en bandeja nuestros clientes a los supermercados, vamos a morir, así como también muchas otras empresas de distintos rubros”.

Asimismo, David Vera, de Pandora, reiteró que “esta es la segunda temporada que nos vemos afectados y ahora nos enfrentamos a una competencia desleal de los supermercados; creemos que nuestro rubro es esencial, así como lo supermercados, especialmente en esta temporada escolar”.

Coincidió con Escrig respecto al impacto de esta crisis en el empleo: “el año pasado tuvimos que despedir gente, éramos 22 personas y ahora tenemos 13, y con todas estas medidas yo no puedo tener más gente”. Consultado por el riesgo de que la crisis del rubro se profundice, explicó que “si esta situación se mantiene, si no podemos vender y continúan estas restricciones, el riesgo es que nuestros negocios van a desaparecer, y no solamente de este rubro”.

Mario Karig, de la Librería Karigna, también reconoció el complejo panorama para su empresa y subrayó que “estamos haciendo todos los esfuerzos para sobrevivir” y precisó que para esta temporada “habíamos contratado a dos personas adicionales, porque jamás nos imaginamos que podíamos volver a cuarentena, y alcanzaron a trabajar dos días”.

Al igual que sus colegas, subrayó el carácter esencial de los artículos de librería en esta época del año, “porque, aunque las clases sean no presenciales, los útiles igual son necesarios; lo mismo ocurre con las oficinas y aquellos que realizan manualidades”.

Lamentó que no haya existido voluntad para declarar al rubro como esencial. “Nos reunimos con el seremi de Economía ayer (martes) y hoy (miércoles) nos dio la mala noticia de que se comunicó con Santiago y le dijeron que no (…) Estoy muy decepcionado, sentimos que el Gobierno nos ha dejado de lado, vemos que se preocupa de proteger a las empresas grandes, como las cadenas de supermercados, pero se olvida de las Pymes y nos coarta la libertad de trabajar”, concluyó Karig.

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