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Las oportunidades y amenazas de la mayor presencia china en la economía

Luego de la controversia generada por el anuncio de la instalación de la Granja China en Chile en un predio del SAG en San Nicolás, en las últimas cuatro semanas se conoció: el acuerdo para la compra del 96% de CGE por parte de la empresa estatal china State Grid -el mayor grupo eléctrico del mundo-; que China Railway Construction Corporation presentó la mejor oferta para adjudicarse la concesión del tramo Talca-Chillán de la Ruta 5; y la adjudicación por parte del consorcio chino CRRC-Sifang para la fabricación de seis nuevos trenes para la flota del servicio Chillán-Santiago de la Empresa de Ferrocarriles del Estado.

Coincidencia de fechas o no, la creciente participación de actores chinos en la economía nacional es evidente, sin considerar que se trata del principal socio comercial del país y de la región, de hecho, recibió el 49% de las exportaciones de Ñuble en lo que va del año (enero-octubre), seguido muy de lejos por Estados Unidos, con el 20%. Celulosa, madera, cerezas, arándanos y otras materias primas producidas en la región tienen a China como principal destino.

Paralelamente, se suman iniciativas de cooperación en materia de educación y tecnología. Ejemplos de lo anterior son la donación de un liofilizador de alimentos para la UBB sede Chillán y las clases de mandarín que se imparten en el Liceo de San Nicolás.

En ese contexto es que actores locales han destacado las oportunidades que representa para la región una mayor vinculación con la segunda economía del mundo, por ejemplo, a través de las inversiones y de la transferencia tecnológica, así como también advierten que siempre está la amenaza de perpetuar el rol de Ñuble como exportador de productos sin valor agregado o de una excesiva dependencia de un país.

Plataforma estratégica

El doctor en Economía Agroalimentaria, Rodrigo Romo, académico de la Facultad de Ciencias Empresariales de la Universidad del Bío-Bío (FACE UBB) y coordinador de la recién creada Red de internacionalización de la región de Ñuble, explicó que este crecimiento de la inversión china en Chile, y que se puede observar también en la zona, “no es casualidad, sino que es el resultado de una planificación que este país ha realizado hace varios años. Si se analiza en términos de tamaño de mercado, lo cierto es que Chile no representa un mercado muy atractivo como lo puede ser Brasil, sin embargo, Chile resulta ser estratégico para el acceso a otros países de América del Sur”.

El profesional añadió que “una lectura que se puede realizar, es que China está utilizando Chile como una plataforma para acceder de forma exitosa a otros mercados, con tecnología, inversiones, desarrollo de obras civiles y, no menos importante, el acceso a recursos naturales. Sobre esto último, creo que localmente no hemos comprendido la importancia que tiene para los chinos el poder acceder a recursos naturales no contaminados. En el caso de Ñuble, la Región resulta atractiva para que ellos puedan acceder a algunos productos agroalimentarios como arándanos, cerezas, vinos y algunos cereales, por mencionar algunos. Se podría pensar que el acceso a productos agroalimentarios no contaminados también puede ser considerado estratégico para los intereses de China”.

Romo argumentó que China ha realizado grandes inversiones en sectores económicos estratégicos en Chile, como la minería, con la compra de SQM por US$4.700 millones de dólares (la mayor inversión que ha realizado China en el país), e inversiones en Sigdo Kooppers; en el sector eléctrico, donde destaca la mencionada adquisición de CGE por US$3.000 millones, y otras dos empresas eléctricas anteriormente (Chilquinta y Luz Linares), así como inversiones en empresas generadoras (Pacific Hydro) y de transmisión (Transelec); inversiones en obras públicas, como la construcción del tramo 3 de la extensión de la línea 2 del Metro de Santiago, el tramo de la ruta 5 Talca–Chillán, el tren Valparaíso–Santiago, y los trenes chinos que se usaran en el tramo Chillán – Santiago; inversiones en el transporte público, como Didi y los buses del Transantiago; así como inversiones en tres importantes viñas del país (Indómita, Santa Alicia y Dos Andes), además de una participación (12,5%) en Viña San Pedro.

“Y esto es solo el comienzo, ya que se proyectan más inversiones chinas en nuestro país, que dan cuenta de la importancia estratégica que tiene Chile para China. Sin embargo, no hay mucha claridad sobre la visión que tienen las autoridades nacionales sobre lo estratégico que resulta para el país estas inversiones extranjeras”, anticipó el académico.

Según datos de InvestChile, la agencia de promoción de inversión extranjera en el país, Solo en 2019, la cartera de proyectos de compañías chinas que InvestChile apoya -y que están en distintas etapas de desarrollo- creció 167%, alcanzando a US$4.852 millones. Mientras que al cierre del primer semestre de 2020 la cartera de proyectos sumaba US$4.470 millones.

El ingeniero comercial comentó que “sin lugar a duda que la presencia de inversión china generará amenazas y oportunidades. Una de las amenazas que se puede esperar en el corto plazo es la profundización de la competencia en los sectores en donde hay presencia de inversión China. A partir de ahí, las amenazas que se puedan generar dependerán de la dinámica de mercado”.

En cuando a las oportunidades, reafirmó que “se contará con una mayor oferta de tecnología china, así como un mayor dinamismo de mercado por el lado de la oferta. Desde el punto de vista de la demanda, China se posiciona como un gran poder comprador y el destino principal de las exportaciones de los productos agroalimentarios de la Región, transformándose en el mayor demandante para Ñuble. Nuevamente, las oportunidades comenzarán a surgir a partir de la dinámica propia que presente el mercado”.

Materias primas

Menos entusiasta con la mayor influencia china se mostró el director del CER Regional y académico de la Universidad del Desarrollo, Renato Segura, quien manifestó que “la lógica de las inversiones chinas es propia de un país centralmente planificado que utiliza las herramientas neoliberales para conseguir su objetivo: asegurar el flujo de materias primas e insumos para el funcionamiento de su industria. Chile es un objetivo estratégico para lograr dicho objetivo. Es productor y puerta de entrada a Latinoamérica para sostener el flujo de dichas materias primas”.

El investigador, quien ha sido una de las voces críticas ante el anuncio de la instalación de la Granja China, expuso que “la influencia que el gigante asiático necesita ejercer en nuestro país, lo consigue a través de la dependencia económica: un buen precio de los commodities y el control de los servicios básicos (energía, infraestructura y tecnología)”.

Segura argumentó que “en la lógica de la cadena de valor de la economía china, Ñuble es una región que tiene las condiciones suficientes para integrar el sector primario (productos sin valor agregado). La agricultura, la conectividad con la Patagonia argentina y el acceso a la logística portuaria, transforma a la región en un socio estratégico de vital importancia”.

“En la lógica de la dependencia -continuó-, el precio de la celulosa (principal producto de exportación de la región), el control de los servicios de infraestructura y la participación en la cartera de proyectos energéticos, contribuyen a estar presentes en la retina de la potencia mundial”.

Por ello, el ingeniero civil industrial advirtió que “mantener una alta dependencia de la economía china es concentrar y confinar la matriz productiva local al sector primario de la economía. Esto implica cambiar radicalmente la Estrategia Regional de Desarrollo tal cual como está hoy concebida”.

En efecto, Renato Segura planteó que “en el marco de la teoría de la dependencia, nos acercaríamos al concepto de centro-periferia acuñado por Raúl Présbich.

La periferia recoge aquellas regiones cuya economía está especializada en la producción de materias primas y productos con bajo valor agregado. En el centro estaría ubicada la enorme capacidad instalada de la industria china, donde irían a parar la producción del centro sur de Chile y de la Patagonia argentina”.

En cuanto a las oportunidades, el director del CER Regional postuló que “el mayor beneficio se concentra en proyectos de infraestructura productiva y energía.

Vía concesión aumentan las oportunidades para materializar inversiones en infraestructura productiva para el sector agrícola, en particular para un mejor aprovechamiento del agua. También podría traer beneficios en activar la cartera de inversiones en el sector energía, aumentando la capacidad instalada y la confiabilidad del suministro de energía que requiere la región para su desarrollo”.

Desde esa perspectiva, empresas chinas podrían participar en la construcción de los embalses y parques eólicos en la región, o comprar empresas forestales, pero también impulsar startups de tecnología que se estén desarrollando.

Aumentar la producción

El seremi de Energía, el ingeniero Manuel Cofré, partió diciendo que “somos una región que necesitamos más inversión para reducir los altos niveles de pobreza. Inversiones en el ámbito productivo, en energía y en servicios. Me parece muy bien, especialmente si estamos hablando de grandes inversiones, siempre que cumplan con la legislación local, en ese sentido, cada proyecto debe ser evaluado en su mérito, por ejemplo, en materia de libre competencia y derechos laborales”.

Respecto de la adquisición de CGE, Cofré desestimó que ello tenga un efecto negativo en la competencia, pues al ser un monopolio natural es un mercado regulado por el Estado. Es más, sostuvo que la introducción de nuevas tecnologías en el sector eléctrico puede traer aparejada una mejor calidad del servicio.

“Además, la tecnología está incorporando mayor competencia, donde los clientes pueden tener paneles fotovoltaicos y sistemas de calefacción solar”, acotó.
En esa línea, planteó que “todo apunta a una mayor presencia China en la economía local”.

La autoridad reflexionó que “nosotros necesitamos aumentar nuestra producción para generar empleo, y buena parte de ese aumento de la producción, tanto de frutas como de otros productos, va a ir al mercado chino, entonces, debiésemos tener una relación creciente con China, que es la segunda potencia económica del mundo”.

Consultado por las oportunidades de inversión en generación eléctrica en Ñuble, el seremi destacó que existe potencial en energía eólica y geotérmica, y que también están las condiciones para producir hidrógeno verde, y que solo faltan las inversiones, aunque aún no se conoce el interés concreto de los chinos por proyectos de este tipo en la zona. “No podemos discriminar inversiones que aún no las tenemos”, sentenció. “A mí no me hacen ruido las inversiones chinas, lo que me hace ruido es que haya pobreza, y yo creo que no hay que perderse”, comentó.

Transferencia tecnológica

La directora regional de ProChile, Ingrid Quezada, quien además de conocer bien la economía china es una de las principales articuladoras de las relaciones económicas internacionales de la región, valoró como positivo el creciente interés de los países asiáticos por invertir en Chile y reiteró la necesidad de establecer vínculos con socios estratégicos para Ñuble, contando, por ejemplo, con una Unidad regional de asuntos internacionales en el Gobierno Regional, así como otras regiones ya la tienen.

“Yo no tengo aprensiones, al revés: yo soy partidaria de atraer inversiones y China es el país con mejores proyecciones de crecimiento, ¿y por qué tantas inversiones chinas? Bueno, eso tiene que ver con el PIB de ese país”, planteó Quezada, quien recordó que “Chile es una economía abierta, por lo que soy partidaria de tener abiertas las puertas abiertas a la inversión extranjera, independiente del país de origen, ahora es China, y bienvenida, porque hay que aprovechar esto para que nuestra economía crezca, además, ellos tienen una tecnología que nosotros no tenemos y que estamos muy lejos de tenerla, por ejemplo, ¿no sería bueno que se instalara una empresa china de liofilizado de alimentos en vez de estar enviando fruta fresca o congelada, y así agregarle valor acá? Y si los empresarios chinos están haciendo bien las cosas, ¿por qué les vas a impedir el paso?”

Consultada por el interés de los chinos por tener acceso a materia prima, “el desafío de Ñuble es posicionarse en agricultura orgánica, que ellos no la tienen”. Y respecto de la agregación de valor en la zona, “ello dependerá de una política de Estado que exija agregar valor”, la que hoy no existe.

En ese sentido, la directora de ProChile Ñuble subrayó que “la gran oportunidad para la región es el acceso a tecnología y educación, áreas en las que nuestro país está más atrasado. Ellos están mucho más avanzados, y a la larga, uno va aprendiendo. En China yo comí yogur de palta, galletas rellenas con mermelada de pétalos de camelia, tienen una gran variedad de productos que han desarrollado; los supermercados tienen pasillos completos con distintos tipos de agua embotellada, con partículas de cobre, de oro, con probióticos… Imagina que ese conocimiento llegue acá, con transferencia tecnológica, eso es proyectar la economía a futuro”.

Por ello, la profesional hizo hincapié en aprovechar la oportunidad de la llegada de inversiones en tiempos de pandemia, que se sustenta en las buenas relaciones que existen entre Chile y China, así como en la confianza de las empresas chinas en la estabilidad de la economía chilena y en las positivas proyecciones de crecimiento, “y ellos quieren invertir acá, porque quizás los están bloqueando en Estados Unidos y tienen que salir, o quieren salir de Argentina, entonces, nosotros debemos promocionar la región para que se instalen acá”.

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