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Las dos caras del Rojo: Es el equipo más goleador, pero el más goleado

Agencia Uno

La búsqueda del anhelado equilibrio, en la vida cómo en el fútbol, parece es un objetivo que siempre toma tiempo, madurez y mucho trabajo.

Es precisamente la meta para la que está trabajando el técnico de Ñublense y sus “diablos rojos”, tras disputar los primeros cuatro partidos en Primera División.

El elenco chillanejo muestra dos caras: es el equipo más goleador del campeonato con siete unidades a favor en cuatro partidos y el que más ocasiones genera en el arco rival; pero a su vez, es el conjunto que más goles recibe en su puerta. Hernán Muñoz luce la valla más batida del campeonato con ocho tantos en contra, promediando dos goles por partido.

El estratega oriundo de Cartagena asume que tendrá que trabajar el funcionamiento defensivo de su equipo de cara al duelo con Wanderers, que se disputa el próximo sábado a las 20.30 horas en el estadio Elías Figueroa de Valparaíso.

“Sí, hay que trabajar mucho. Yo rescato los goles de buena factura que marcamos, llegamos al arco rival y proponemos, pero debemos trabajar para que no nos sigan marcando goles infantiles. Hay que mejorar los balones detenidos. No nos pueden seguir haciendo goles de balones detenidos. Huachipato nos hizo tres y no puede seguir ocurriendo”, reconoció García tras la dolorosa derrota ante Huachipato por 5-3.

Autocrítica

El estratega, en su estilo, deslizó una autocrítica y cree que su plantel mejorará.

“Esta es responsabilidad mía y la asumo como tal. Nos perdimos igual goles solos, pero después el rival te llega y te convierte. Huachipato nos ganó con méritos, tengo que seguir trabajando con todo, porque tenemos errores y siempre ha costado todo, pero sé que vamos a salir adelante”, reflexiona el entrenador del Rojo.

García no se equivoca. A Ñublense le están marcando muchos goles de balón detenido o centros al corazón del área, donde los zagueros centrales y el portero Hernán Muñoz, han evidenciado vacilaciones que han costado caro.

De los ocho goles que ha recibido el Rojo, cinco han nacido de balones detenidos (incluido un penal) y tres de centros en movimiento al área, donde el rival ha marcado diferencias ante la vacilante respuesta de la estructura defensiva del Rojo.

Ante la UC, tiro libre que juega rápido el rival y termina en autogol de Fontanini. Cobresal abrió la cuenta tras un tiro libre que cabecea Hurtado y tras el rebote convierte el mismo atacante en gol.

Y ante Huachipato, ya fue más evidente. Un gol de penal en contra, tras un torpe penal de Turra, un tiro libre que termina en gol de cabeza de Cris Martínez anticipando a Vargas, y antes dos de Rodríguez tras recibir centros en movimiento en los que superó a Guerrero primero y luego a ambos centrales.

Al gol de Ñublense llega preferentemente con fútbol construido o perforando las bandas. Ante Melipilla, pase de Cordero, desborde de Quinteros y gol de Pinto en el segundo palo.

Frente a Cobresal, gran jugada entrando al área que termina en gol de Luis Valenzuela, similar a la conquista de Mateos ante Huachipato. Aunque contraatacando el Rojo también brilla y lo demostró ante Cobresal con el gol de Quinteros, quien conectó un centro de Bustamante tras fulminante salida de Pinto.

Las dos caras de Ñublense están marcadas, pero el técnico Jaime García espera fundirlas para encontrar la mejor versión de su equipo y el equilibrio que necesita para vencer el próximo sábado a Wanderers.

 

 

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