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La resiliencia de la UdeC como factor transformador de la sociedad

Este aniversario en medio de la actual pandemia por Covid-19, coincide con un contexto similar cuando nació la casa de estudios, en un momento en que el país y el mundo sufrieron los embates de la crisis provocada por la gripe española, enfermedad que dejó millones de personas fallecidas, y desde ese entonces la universidad ha realizado importantes aportes, para la educación y desarrollo, así como para enfrentar las calamidades.

“Me parece una coincidencia extraordinaria, no diría feliz en ningún caso pues estamos en una circunstancia compleja, pero realmente hay un punto de comparación, en los años que universidad nacía justo al mundo y a Chile lo afectaban una epidemia como fue la famosa gripe española, que también afectó a Concepción, por tanto esta coincidencia llega 100 años después. Vimos una ciudad compleja, con crisis, los terremotos son los más visibles pero mirando la historia, las pandemias también han sido un flagelo terrible para Chile y para Concepción”, expresó Armando Cartes, profesor del Departamento de Historia de la UdeC.

A inicios del siglo XX la ciudad de Concepción iniciaba su desarrollo industrial, por lo tanto, requería de una casa de estudios que diera respuestas a las circunstancias del momento.

“La UdeC siempre se ha situado en el contexto, hoy día la universidad piensa en biotecnología, en agroindustrial, piensa en respuestas coyunturales a las crisis, pero también en el 1.919 la universidad pensaba en la Escuela de Química, en Inglés porque era el idioma del comercio, en ese minuto había muchas casas extranjera, y también pensaba en la salud. La universidad partió con la Facultad de Odontología que en esa época no era solamente para mejorar los dientes, sino que se pensaba que las enfermedades bucales estaban conectadas con las enfermedades estomacales y se producía la muerte, por tanto, era algo de vida o muerte una buena Escuela de Odontología o Dentística como se decía, y ya de ahí partió de inmediato la Facultad de Medicina, por tanto la universidad, en la coyuntura, supo responder a la crisis generando soluciones que se han proyectado en el tiempo a lo que hemos llegado hoy día, la mejor universidad de regiones”.

La profesora titular del Departamento de Sociología y Departamento de Historia de la UdeC, Alejandra Brito, subrayó que desde sus inicios la alma máter interactuó con el medio, generando herramientas para el progreso y desarrollo del territorio, además de la importante formación académica.

“Cuando se piensa en la universidad, no solo se piensa en una institución para formar profesionales, sino que estuvo desde el comienzo muy vinculado a la creación del Hospital Regional que pudiese efectivamente armar un espacio de relación profesional, creación de conocimiento, espacio de crecimiento cultural, pero a su vez, vinculado a ese conocimiento y esa producción para el desarrollo de la región, es decir, cómo desde la universidad podemos efectivamente avanzar para aportar a la región a una mejor salud, por ejemplo, cómo el conocimiento científico, la producción industrial, el desarrollo de las distintas disciplinas pueden aportar al desarrollo regional, creo que esa es una de las cuestiones centrales de la universidad en la región, su vínculo permanente en pensar la creación de conocimiento con el desarrollo del territorio”, recalcó.

Añadió que todas la comunidad universitaria ha participado en distinto momentos históricos realizando destacados aportes desde diversas situaciones, en las que los estudiantes han tenido un rol principal.

“Durante estos 100 años los grupos de jóvenes que ingresan y durante muchos año tuvieron conciencia de que era un grupo privilegiado dentro de la sociedad, porque no cualquiera podía tener acceso a la universidad, y desde esa lógica fueron generando un vínculo, ya sea ayudar en los trabajos voluntarios, ayudar frente a situaciones de calamidades, que no solamente son las más grandes, como los terremotos, sino problemas producidos por las lluvias, inundaciones, etc, y los estudiantes siempre estuvieron dispuestos a aportar. Además, eso va creando una conciencia de las necesidades de que los jóvenes finalmente sean un actor importante dentro del territorio y creo que en eso la universidad ha tenido una incidencia importante”.

Durante el periodo de la dictadura, las universidades no estuvieron ajena a los episodios de represión contra estudiantes y académicos, así lo recordó la abogada y académica Paulina Veloso, quien destacó que fue un periodo complejo en el que vivieron percusiones políticas y despidos sin justificaciones, además de restricciones en la academia y al pensamiento libre.

“Ese periodo de la dictadura una lo visualiza por el aspecto más dramático que tiene que ver con las detenciones, torturas y desapariciones, pero desde el punto de vista de las universidades hubo un aplanamiento del pensar, porque profesores no pudieron enseñar ciertas materias, no pudieron conectar a sus alumnos con el mundo respecto a esas ideas, salvo en las ciencias. Fueron despedidos profesores de ciencias sociales y eso llevaba a que el académico no estaba en condiciones de enseñar ni de investigar eso”, dijo.

Sin embargo, señaló que para la UdeC estar lejos del poder central, y más aún en tiempos de dictadura le permitió a “muchos profesores permanecer en la universidad y siguieron de alguna manera manifestando unas posiciones un poco más abiertas, conectadas más con el mundo, al contrario de lo que se producía en otras universidades, cuya intervención, por estar más cerca del poder central, creo era más fuerte, particularmente en la Universidad de Chile”.

La casa de estudios se convirtió de esa manera en un reservorio de las expresiones más diversas en el contexto de las limitaciones al pensar universitario expresado en los confinamientos derivados del autoritarismo que se extendió a partir de 1973 tras el golpe de Estado.

Tras el fin de la dictadura, la Universidad de Concepción retomó sus funciones primordiales, entre las que se cuentan la libre expresión de las ideas, para lo cual reintegró carreras que habían sido cerradas por el régimen militar, especialmente ligadas a las ciencias sociales, para nuevamente pasar a ser un punto de encuentro y tolerancia, que resultó vital para el reencuentro de los chilenos y la consolidación de la democracia.

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