La coordinadora regional Ñuble de la Dirección de Aeropuertos del MOP, Claudia Álvarez, junto a inspectores fiscales y a profesionales de la consultora Ferrer y Asociados, se reunieron con representantes del sector empresarial en la Cámara de Comercio de Chillán, como parte de la ejecución del estudio de demanda y de identificación de brechas de infraestructura de los aeródromos de Chillán, Los Ángeles y Pucón, que se inició el pasado 22 de abril, y que tiene siete meses como plazo de ejecución.
A la cita asistieron el anfitrión, Alejandro Lama, presidente de la Cámara de Comercio; Patricio Poblete, presidente de Corñuble; Ariel Larenas, de la Cámara Chilena de la Construcción; Alfredo Wahling, de la Asociación de Agricultores de Ñuble; Christian Fernández, de Mall Arauco Chillán; Verónica Vera, de Nevados de Chillán; así como dirigentes gremiales, entre los que se encontraban Juan Ramírez, Juan Montecinos, Fernando Villablanca, Leonardo Cusacovich, Jeanette Oehrens, Margarita Dagach, María de los Ángeles Chichizola y el dirigente de Las Trancas, José Muñoz.
Álvarez reconoció que la apertura de una ruta aérea entre Chillán y Santiago es un anhelo de larga data en la zona y afirmó que como repartición trabajarán para avanzar hacia ese objetivo.
Para ello, precisó, la Dirección de Aeropuertos licitó y adjudicó el estudio a la consultora Ferrer y Asociados, con experiencia en esta materia, con la finalidad de identificar las brechas de infraestructura de los terminales aéreos respecto de los requerimientos de las líneas “low cost”, así como estimar la demanda y la viabilidad económica y técnica de ejecutar obras de mejoramiento que permitan recibir vuelos comerciales.
Los profesionales explicaron que ayer se realizó una visita al aeródromo Bernardo O’Higgins, donde se hizo un levantamiento de la infraestructura, información que se cruzará con los requerimientos de las aerolíneas para definir las brechas, y eventualmente, las obras que se deben abordar, como la ampliación de la pista o la ampliación del terminal.
Otro elemento esencial es el estudio de demanda, es decir, calcular la cantidad de personas que eventualmente se cambiaría a este modo de transporte.
Asimismo, se debe hacer una evaluación financiera y de la viabilidad técnica y económica para todos los actores involucrados.
Si bien Álvarez aclaró que no se trata de una competencia entre los tres aeródromos, pues el estudio podría arrojar rentabilidades positivas para todos, en la práctica, cuando la autoridad resuelva priorizar los recursos en la ejecución de proyectos, los números podrían marcar la diferencia.
En ese sentido, la autoridad reconoció que el recinto chillanejo cuenta con algunas ventajas, como la existencia de un terminal y una torre de control relativamente nuevos (fueron inaugurados en 2016), una pista de buena calidad (mejorada en 1999) y la disponibilidad de terrenos para la extensión de la pista.
Desincentivo a la inversión
Por su parte, Lama añadió que hay otros elementos que ponen a Chillán en una posición ventajosa, como el desarrollo del turismo, el ser capital regional, y “el hecho que en la práctica, Chillán es una de las ciudades más distantes de Santiago en términos de horas de viaje”.
El dirigente gremial expuso que “este problema de conectividad ha afectado a la región en muchos aspectos, y se ha convertido en un desincentivo a la atracción de inversiones. Conocemos casos de iniciativas extranjeras que no han prosperado debido a la ausencia de una conexión aérea”, se lamentó.
Demanda estimada
En cuanto a la demanda eventual, Verónica Vera manifestó que “180 mil de nuestros visitantes en invierno provienen de otras regiones, y un 65% son de Santiago”, una cifra que debiera ir en aumento debido a las nuevas inversiones que se están ejecutando en la zona cordillerana y al prestigio alcanzado a nivel mundial por el centro de esquí.
Christian Fernández, en tanto, destacó el carácter de Chillán como centro comercial y de servicios de toda la región, “donde se estima que llegan 30 mil personas diarias”, un flujo que también debiera aumentar, debido a nuevos proyectos, como el casino de Marina del Sol.
Asimismo, Alfredo Wahling anticipó que para el sector exportador es clave contar con una ruta aérea, “con mayor razón ahora que se comenzará a construir el embalse La Punilla”.
Finalmente, Álvarez adelantó que este estudio es solo el comienzo, puesto que una vez que la autoridad tenga los datos de la rentabilidad, se debe abordar el diseño, y después, la ejecución, lo que significará de tres a cuatro años al menos.
