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Imputado por fatal accidente no tenía experiencia en conducción de camiones

El martes en la noche, cuando había un taco de casi tres kilómetros entre el punto de una colisión que costó la vida de dos mujeres y tres hombres, Pedro Sanhueza Vallejos (52), el chofer del camión que está imputado como causante de este siniestro, habló con la prensa.

Relató que a unos 400 metros del lugar, más hacia el sur, había visto una señalética de curva. Posterior a esa curva, la temida cuesta Quilmo, sólo sintió un impacto en la parte trasera y que cuando se bajó a mirar y a prestar ayuda “estaba la pura embarrá”, dijo.

No contó que, conforme lo estableció Carabineros, tras un examen preliminar, a raíz de una mala maniobra suya, el acoplado que transportaba se salió del eje de la calzada, estrellándose contra un minibus de la empresa Ruta Sur, que había salido de Chillán rumbo a El Carmen, matando a cinco personas y dejando a diez lesionados que debieron ser llevados al servicio de Urgencias, en Chillán.

Y otro dato relevante, lo añadió el fiscal Juan Rohr, en la audiencia de formalización que se llevó a cabo de manera telemática ayer, era que Sanhueza Vallejos no contaba con la licencia requerida para conducir este tipo de vehículos. La única licencia que tenía estaba incluso suspendida por resolución del tribunal de Parral, donde registra domicilio el imputado.

Y aún algo más grave, “el conductor no contaba con la expertiz para manejar ese tipo de camiones”.

Ante esto, el juez de garantía, magistrado Carlos Benavente, acogió la solicitud del fiscal Rohr, de decretar la prisión preventiva en su contra.

“Este tribunal estima que esta sucesión de delitos que se le atribuyen podría acarrear una sentencia que tiene proyección de pena de crimen y hay condiciones que permiten presumir que el imputado es un peligro para la sociedad y un riesgo de peligro de fuga”, especificó el magistrado.

El tribunal dio un plazo de tres meses para la investigación judicial.

Sin gente en cuarentena

El miércoles en la mañana, esto es al día siguiente del siniestro, Gilda Grandón, directora de la Onemi, se comunicó personalmente con el comandante de Bomberos Chillán, Gustavo de la Fuente para certificar que ninguna de las personas que debieron ser rescatadas o auxiliadas tras el accidente estaba con cuarentena preventiva.

“Esa certificación para nosotros es muy importante porque nos da la tranquilidad necesaria para poder seguir acudiendo a este tipo de emergencias”, explicó la autoridad bomberil.

Tal como ocurrió entre Bomberos y Carabineros de San Carlos, la semana pasada, el día de ayer se firmó un protocolo entre la policía uniformada de Chillán, Chillán Viejo y Bomberos, para que los rescatistas sean advertidos en el lugar de los operativos si alguna de las personas en riesgo, ya sea incendios, caídas, o accidentes, figuran o no en el registro de personas en cuarentena.

Lo anterior, no es para excluirlo de la ayuda necesaria, sino para que Bomberos adopte medidas excepcionales en sus operativos y así evitar riesgos de contagio.

“Por lo demás, nosotros siempre actuamos como si estuviéramos en este escenario. Utilizamos máscaras que cubren todo el rostro, usamos trajes desechables sobre los uniformes y además se adaptaron los carros con pistolas desinfectantes las que se aplican a los voluntarios que se suben a la cabina tras cada operativo”, comentó el comandante.

Foto: Cristian Cáceres

Felipe Ahumada

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