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Impuesto al retiro del 10% en el centro del debate nacional

Agencia Uno

Junto a la constitucionalidad, el cobro de impuestos al segundo retiro del 10% de los ahorros previsionales se ha tomado la discusión, y son los principales argumentos del Ejecutivo al presentar su proyecto paralelo. Ayer, la comisión del Senado aprobó la tributación, pero se mantiene la universalidad y sin reintegro.

La historia está por escribirse, pero detenerse en la posibilidad de gravar este segundo retiro requiere una segunda mirada según algunos actores y así lo estableció ayer la comisión que pasó a Sala el proyecto.

“Se está beneficiando a los más ricos”, se ha escuchado como crítica al proyecto original emanado de la Cámara de Diputados, y fue lo que primó el día de ayer en la discusión.

Para el economista de la Universidad de Concepción, Claudio Parés, efectivamente, los fondos previsionales ahorrados individualmente no pagaron impuestos cuando se ahorraron y, por lo tanto, parece lógico que lo paguen ahora. Y no se trata de inventar un nuevo impuesto sino de aplicar el impuesto a la renta a ingresos que deberían haber tributado en su momento, explicó.

Parés dijo que sí le parece contraproducente esta discusión, dada ya en el trámite tanto del primer retiro como del segundo y los legisladores rechazaron esa posibilidad en ambas oportunidades, recordó.

“Mi impresión es que el Gobierno, al no tener piso para negociar modificaciones al retiro ya presentado y reconociendo su fracaso en detener el primer retiro, intenta dilatar la medida y reducir su impacto.

Lamentablemente, está esgrimiendo argumentos poco creíbles y convincentes. Por ejemplo, si el Gobierno dijera que el sistema de AFP ha sido clave en impulsar el ahorro y la inversión en Chile durante 40 años, que liquidarlo en retiros sucesivos afectará al ahorro y la inversión justo cuando necesitamos renovar nuestra capacidad productiva. Que, si bien el empleo se está recuperando, si no hay ahorro, no habrá recursos para invertir y sin inversión, la recuperación será lenta y acotada. Me parecería un argumento mucho más potente que la legalidad o constitucionalidad de la reforma en sí. A menos que sea otra la razón por la que negarse con tanto ahínco al retiro”.

¿Quiénes pagan?

El impuesto que correspondería pagar es el global complementario y los tramos y porcentaje están definidos por ley. En ese sentido, las personas de rentas más altas son las que se ven más beneficiadas, dado que los ahorros para este grupo son más importantes.

En el extremo, una persona que tenga ingresos anuales por sobre los 70 millones aproximadamente y que haga un retiro por el tope de $4.300.000, se está ahorrando, marginalmente, un 35% del retiro en impuestos.

En rigor, explica el director de Ingeniería en Administración de Empresas Unab, José Navarrete, cualquier persona con ingresos anuales superiores a $8 millones, debería pagar impuestos por el retiro, según lo que indica la ley de renta.

“En rigor técnico sí, se debería pagar, dado que las cotizaciones previsionales, con las que se construyen los fondos de cada persona, están exentos de impuestos, de tal forma que el legislador apunta a que esos montos pagarán impuestos en el futuro, cuando se retiren a través de una pensión. En ese sentido, cualquier retiro que se haga, debería pagar impuestos. No hay doble tributación como se dice. Sería justicia tributaria”.

La importancia del “desde”

Las condiciones actuales de nuestra legislación en relación al monto de pago de impuestos a la renta de las personas naturales están aún lejos de representar la realidad de lo que realmente una persona debiera pagar como impuesto, sostiene la socia de Cabello Abogados, Pilar Cabello.

“Se considera un mínimo de aprox. $680.000 de ingresos que no paga impuestos, es decir sobre este monto ya comienza una persona natural a pagar con tasa del 4% y así progresivamente hasta el 40%, pero al cual no se le descuenta nada de gastos como educación, salud, alimentación básica, vivienda, entre otros necesarios para vivir dignamente. Por lo tanto, la llamada clase media debe pagar impuestos finalmente por valores que no quedan en su patrimonio. Todo lo debe pagar, gastar, y además este gran grupo no recibe nada gratis. Obviamente, esto genera cesantía. ¿Cómo sobreviven? Siempre endeudándose, ya están demasiado endeudados, no ayuda. Concuerdo que los grupos de rentas altas paguen impuesto si quieren hacer retiro del 10%, pero se debe determinar adecuadamente desde qué monto, porque aún muchos necesitan apoyo”, planteó.

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