Jaime García, el entrenador de Ñublense, sabe que restando cinco fechas para el cierre del torneo, su equipo se juega un sueño para el que no queda margen de error.
Por eso el duelo con el colista el torneo, Deportes Valdivia, el domingo a las 16.00 horas, lo asume como otra final, sin mirar por sobre el hombro al aproblemado cuadro sureño. “Depende de cada rival y la concentración que tengan, si mis leones se levantan con ganas, es muy difícil que nos puedan ganar, por cómo han enfrentado a los rivales, con respeto, responsabilidad, sobre todo a esta clase de rivales por el lugar que ocupan en la tabla, no porque vaya último pueden decir que Ñublense va a ganar, no, porque los partidos hay que jugarlos, preparados para enfrentar a Valdivia, como si fuera el puntero”, reflexiona García, quien reconoce que Ignacio Ibáñez o Aníbal Carvallo será el reemplazante del suspendido Mathías Pinto, goleador del torneo.
“Es importante Mathías, yo creo que lo hice madurar a palos, pero llega hasta ahí el tema. Ahora tengo que concentrarme en quién lo va a reemplazar, para llenarlo con un mensaje claro, el que entre tiene que saber que será el mejor y que nada está por sobre el equipo. Sí, hay acciones individuales en las que Mathías (Pinto) engrandece al equipo, porque te puede cerrar partidos en momentos que se ha complicado. Pero el equipo ha demostrado que cuando faltan dos o tres los que entran han mostrado madurez. Está Ibáñez o Carvallo, ahí tengo que definirlo”, subraya.
Ganar en casa
Consultado sobre si prefiere mantener el invicto de visita o ganar los tres partidos de local, García es enfático.
“Ya no puedo excusarme en que el público nos está pifiando de local o nos está presionando, ahora ya es responsabilidad de nosotros, de cerrar los partidos, de corrección individual y grupal. He tratado de corregir en cuatro meses, pero siempre se van a escapar detalles. La idea es madurar para dejar los puntos que vienen en casa”, sentencia el entrenador del Rojo, que apuesta a ganar la batalla de Valdivia.
