La flexibilización del plan Paso a Paso, que permitió la reapertura de locales de comida y restaurantes en Chillán y otras comunas del país en fase 2, dejo buenas impresiones de parte de los locatarios del gremio gastronómico, quienes desde el jueves 10 de diciembre habilitaron terrazas para volver a funcionar, luego de casi nueve meses de espera.
La incertidumbre respecto a la posibilidad de retroceder a fase 1 no deja de agobiarlos, pero el nuevo escenario ha significado un respiro en uno de los rubros más afectados por la pandemia del Covid-19 en la intercomuna.
A fines de octubre el municipio, con el permiso de la autoridad sanitaria, accedió a la instalación de terrazas y la exención del pago de la patente respectiva hasta abril del año 2021 para una eventual apertura de sus locales, sin embargo, esta propuesta que se venía trabajando en conjunto con la Seremi de Economía y la asociación de empresarios del rubro, se vio postergada luego del último retorno a las fases 1 y 2 del Plan Paso a Paso.
La posibilidad de reapertura llegó luego la noticia del retroceso a la fase 2 en la Región Metropolitana, como una medida que beneficiaría a los restaurantes santiaguinos, pero que por consecuencia también se hizo efectiva en otras comunas del país como el Gran Concepción, Iquique, Punta Arenas, Quillón, Chillán y Chillán Viejo, pudiendo atender de lunes a viernes en terrazas, mientras cumplan con una serie de medidas sanitarias exigidas por la autoridad.
A July Llevul, presidenta de la Asociación Gremial de Gastronomía y Entretenimiento (Gayen), y locataria de La Crepería, le llamó la atención que la medida fuera tomada solamente cuando la fase 2 afectaría al rubro en Santiago, pero enfatizó en lo que significa esta posibilidad de apertura.
“Fueron casi nueve meses en que se acumularon muchas deudas y estamos muy felices de esta reactivación, donde muchos locales pudieron volver a contratar y reincorporar a parte de su personal. El jueves fue un día bastante bueno, notamos que la gente acató rápidamente las medidas y tampoco hubo gran aglomeración”, dijo.
La empresaria agradeció la ayuda de quienes visibilizaron el problema, y también el aporte de una pyme de sanitización que gratuitamente les ofreció el servicio que les permitirá mantener un funcionamiento seguro.
Si bien cada local fue responsable de la instalación de sus propias terrazas, el problema que persiste es para aquellos restaurantes donde se complica la habilitación de espacios abiertos por su ubicación, en calles con gran tránsito de personas o sin márgenes posibles para funcionar bajo esta medida, los cuales continúan a la espera para su reincorporación al comercio local.
Para Cristian Claveria, locatario del restobar Dgusta, esta fue una excelente noticia, asegurando que se han preparado para cumplir al 100% lo que se les exige.
“Por fin vamos a tener la posibilidad de reabrir, algo que hemos estado esperando durante mucho tiempo. Si bien se reduce a un poco más de la mitad la gente que podría estar en el local, vemos todo con altura de miras y lo que nos esperanza es poder volver a trabajar”, detalla.
“También estamos preocupados por la eventual posibilidad de retroceder a fase 1, pero queremos hacer las cosas bien y esperamos también que las personas tengan los respectivos cuidados”, agrega.
El protocolo exige que entre cada mesa exista una distancia de a lo menos dos metros, la presencia de señaléticas -que fueron aportadas por la autoridad-, ventilación natural, desinfección permanente, llevar un registro de los clientes -que no podrán permanecer más de dos horas-, la toma de temperatura y el uso obligatorio de mascarillas para los clientes y personal -excepto cuando estén consumiendo-.
El gremio ya ha pedido la posibilidad de generar espacios para instalar terrazas en la calzada en los casos de aquellos locales que todavía están a la espera de poder funcionar bajo estas nuevas medidas y donde no existen espacios factibles, tal como se ha hecho en otras comunas.
Texto: Felipe Mendoza
