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Fuerte aumento de detenidos por consumir marihuana

Hoy, la información que circula respecto a la legalidad e ilegalidad que existe en Chile respecto al consumo de marihuana ha generado más desinformación que certezas, por causa de la infinita intervención de personas que opinan con una autoridad cuestionable, en las redes sociales.

La planta hoy es todo un fetiche venerado por muchos: en los medios, la música, la literatura, amigos y un abisal etcétera. Por tal razón, hay muchas personas que, desconociendo los límites legales de su uso, se han visto en problemas con la justicia.

Es el caso del empresario panadero Manuel Fuentes Álamos, de 50 años, quien accedió a ella en Argentina, siguiendo los consejos de una integrante de la fundación Mamá Cultiva, entidad que busca dar una solución a quienes padecen de invalidantes dolencias causadas por diversas enfermedades crónicas o terminales.

Fue un santo remedio, que le significó estar privado de libertad por más de nueve meses, por lo que considera “ignorancia de fiscales, policías y jueces” y hoy piensa incluso, en demandar al Fisco.

“En 2005 yo tenía dolores en las costillas y en la espalda que no se desaparecían con nada. Ningún médico me logró diagnosticar y me vi tomando cinco  tipos de remedios diferentes, tres veces al día. Es decir, 15 pastillas diarias y eso es carísimo. Hasta que me fui a Argentina y allá conocí la marihuana limpia y lo que hizo por mí fue milagroso”, recuerda.

Los problemas con la Fiscalía comenzaron cuando volvió a Chile. “Yo no tenía idea que no se podía tener plantas. Fue mi responsabilidad no estudiar la ley y por hacer caso de lo que la gente dice, planté tres matas en mi casa. Alguien me denunció y me detuvieron”, repasa.

Tras un juicio abreviado, le dieron 61 días con pena remitida, pero el dolor no daba tregua. “Por lo que pensé que si no podía plantarla, entonces la iba a comprar, total no era para traficar. Y me detuvieron comprando”, lamenta.

Con 500 gramos en su poder, fue condenado a 26 meses de cárcel, “y le dije chao a la marihuana. No quería saber más de eso, hasta que vi en el diario que los concejales, en 2015, votaron a favor del uso medicinal de la cannabis.

“Pero yo ya no le creía a nadie. Leí la ley, fui a la Fundación Daya, una doctora me recetó y me certificó como paciente que necesitaba ese tratamiento. Incluso, aprendí que se tiene que plantar en una época especial del año y sólo en una medida que justifique el consumo personal. Hice todo lo que la ley exigía. Pero me detuvieron de nuevo y esta vez de manera injusta”.

En 2017 le entraron a robar y los delincuentes arrancaron por su patio. En la huida vieron el invernadero con las plantas de marihuana y se las robaron.

“Me hice asesorar por el fiscal de la Corte de Apelaciones (Solon Viguera) e hice la denuncia en la PDI, les expliqué que era consumidor recetado y que me habían robado las matas. Me tomaron la declaración, pero en septiembre de ese año, me citan al Juzgado de Garantía, me formalizan y para adentro. Estuve nueve meses en prisión preventiva. El abogado Cristóbal Bocaz (de la Defensoría Penal Pública) tomó mi causa y después de todo ese tiempo, me absolvieron, porque yo no había cometido delito alguno”.

Cuando sí se puede

Marco Montero, jefe de la Defensoría Regional de Ñuble, dice haber estudiado muy bien el caso de Manuel Fuentes.

“Lo que él hizo se ajustaba a la ley, porque nunca se atentó contra la salud pública, que es el bien que defiende el derecho. Él no traficaba, no vendía, no regalaba y tenía una plantación tan acotada que solo permitía proyectar un consumo personal, lo que se justificaba con las prescripciones médicas con las que contaba”, explica.

Pero Montero aclara que “nadie puede portar ni consumir marihuana en la calle, en ninguna cantidad. Tampoco es legal compartiirla con terceros ni siquiera en la casa propia. No está permitido tener más plantas de las necesarias, ni regalarlas”, aclara.

Donde más hincapié hace  es en que “las prescripciones extendidas por un médico no son instrumentos legales que autoricen el consumo. Esto es solo un documento que, en un eventual juicio, le permite a la defensa argumentar que el imputado no se dedica al tráfico ni al microtráfico, nada más. Y la ponderación de ese elemento será de exclusivo criterio del juez”.

Cuando es ilegal

Cifras de Carabineros evidencian que la detenciones por consumir marihuana en la vía pública ha ido en aumento: mientras en 2016 hubo 144 casos, en 2017 aumentaron a 238. Y a 278 detenidos en 2018, lo que implica un incremento de 93% en solo tres años En lo que va del 2019, ya va en 205.

El intendente Martín Arrau apunta que “la mayoría lo hace porque cree que es legal fumar, mientras no hubiera tráfico, lo que no es así”.

En tanto, el jefe de la XVI Zona de Carabineros, general Mario Sepúlveda, aclara que si es solo una dosis, se está ante una falta, no a un delito, y generalmente el procedimiento termina en la comisaría y no en un tribunal. “Hemos hecho innumerables campañas, sobre todo entre jóvenes y niños”. Pero pareciera que la desinformación puede más.

Lo mismo respecto a los daños. Hay abundante literatura que certifica que sí es nociva en menores de 23 años. “Pero a mí ya me dejó cosas malas. De repente se me va la onda cuando hablo y pierdo la memoria. La fumo por los dolores, nada más. Pero yo le diría a todos los cabros que no se metan con esa cuestión. Nunca”, aconseja  anuel.

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