Close
Radio Radio Radio Radio

Ex diablos rojos reviven hazaña del 95’

Archivo

Este domingo Ñublense festejará 104 años de vida en el fútbol chileno.

Una larga historia, marcada, desde sus inicios en 1916, más por los fracasos, que por los triunfos o hazañas.

Pero hay una que los hinchas del Rojo no olvidan y refrescan en plena pandemia.

La recordada Copa Chile de 1995.

A 25 años de la hazaña

“Cuando David mató a Goliat”. Así podría titularse este inolvidable capítulo que los forofos noventeros del club evocan en vísperas del aniversario.

La noche del 3 de agosto de 1995, Colo Colo visitaba al Ñublense puntero de la Segunda División a estadio repleto por los cuartos de final del certamen.

Los albos llegaban con equipo estelar y como líderes de la Primera División. Marcelo Ramírez, Gabriel “Coca” Mendoza, Pedro Reyes, Francisco “Murci” Rojas, Fabián Estay, Marcelo Espina, Marcelo “Tobi” Vega, Hugo Rubio, figuraban en la tienda del “Cacique”, pero los diablos rojos dieron un tremendo golpe a la cátedra venciendo por 2-0 con goles de Arturo Cubillos y Mario “Gol” Lagos.

Inolvidable

“La barrera se abre un poco y pasa entre los jugadores, no tocó en nadie como se dijo, le pegué a tres dedos, la pelota agarró la comba y descolocó al “Rambo” Ramírez. Colo Colo era puntero y le ganamos con todas sus estrellas. La gente encendiendo antorchas, había como 20 mil personas, fue una linda noche”, evoca el talentoso enganche Arturo “Chico” Cubillos.

“Fue emotivo ver un estadio lleno de antorchas en la noche. Primera vez que lo veía. Recuerdo esas bicicletas a la orilla de la reja en el estadio. Colo Colo venía con todas sus figuras y nosotros éramos un equipo chico. Pero lo logramos, con el apoyo de la gente y debo decir que es uno de los lindos recuerdos que tengo en mis 23 años de carrera como portero. Fue muy emotivo, no era fácil ganarle a Colo Colo”, reflexiona el ex portero Marcelo León.

“Fue más complicada la revancha en el Monumental donde clasificamos a pesar de perder 4-2 y yo marqué un gol que fue clave para clasificar. El profesor Esaú Bravo me hacía jugar siempre un tiempo como era joven y mi misión era tapar las subidas del ‘Murci’ Rojas. En Chillán al menos teníamos el apoyo de la familia. Yo en esa época no tenía la madurez de un jugador de 30 años, jugaba contra estas estrellas en Chillán, jugué un tiempo y después el profesor me sacó para darle espacio a los jugadores experimentados. Esa llave me marcó en mi carrera futbolística”, confiesa el otrora delantero Marcos Sepúlveda.

El bajón

Tras la hazaña en Chillán y luego la clasificación el 15 de agosto en el Estadio Monumental, Ñublense quedó eliminado en semifinales ante Universidad Católica. Pero lejos de seguir puntero en su categoría, terminó luchando por el descenso.

“Hubo una merma física, éramos un plantel joven, la exigencia fue alta entre el torneo y la Copa Chile y los más grandes estaban reventados”, acota Marcos Sepúlveda.

Cubillos reconoce que hubo inmadurez e indisciplina. “La mayoría llegábamos a entrenar a pie y aparecimos en auto, hubo más asados y faltó madurez”, reconoce.

El tema económico también influyó. Marcos Sepúlveda recuerda que los grandes del camarín arreglaron ganar el 50 por ciento de la recaudación si eliminaban a Huachipato. Los dirigentes aceptaron, porque “no creían que lo íbamos a lograr, algunos se reían, pero cuando eliminamos a Huachipato, tuvieron que firmar el acuerdo para el partido con Colo Colo, que tampoco creyeron y lo hicimos”.

“Al final igual hubo problemas económicos en Ñublense a pesar de la plata que se ganó ante Colo Colo, nos descontaron las imposiciones y nunca las pagaron. Eso fue un robo”, recalca León.

Pero a 25 años de la hazaña, todos se quedan con el estadio de Chillán lleno, iluminado de antorchas y con un gigante muerto en el suelo.

““Se armó un gran grupo, de hecho, por el técnico Esaú Bravo y la calidad de las personas, es uno de los que más recuerdo”

Fue una de las buenas campañas de mi carrera. Siempre pienso que pude hacer más cosas, me faltó madurez“, recalca Cubillos quien llegó desde Santa Cruz al Rojo con 25 años, para sorprender con su técnica y calidad.

“Yo era joven y claramente me marcó”, apunta Sepúlveda.

“Todavía recuerdos las antorchas, inolvidable”, sentencia León.

Agregar un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos requeridos están marcados *

Leave a comment
scroll to top