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Estudio revela que climas fríos, secos y ventosos ayudan a propagar el Covid

El Instituto de Estudios del Hábitat y Facultad de Ciencias de la Salud de la Universidad Autónoma de Chile, con sede en Temuco, realizó un estudio sobre la propagación del Covid-19 y su relación con diversos factores ambientales en 121 ciudades del país, entre el 23 de febrero y el 16 de abril.

De acuerdo al académico Francisco Correa-Araneda, quien lideró la investigación, partieron con las tasas y patrones de transmisión desde el primer contagiado en Chile, recopilando información epidemiológica y ambiental, que tiene que ver con las tasas de contagio y variables ambientales de ciudades como Santiago, Valparaíso, Concepción, Temuco, Chillán, entre otras.

“Nuestros resultados indicaron que la transmisión de Covid-19 en Chile estaba relacionada principalmente con tres factores climáticos principales (temperatura media, humedad relativa y velocidad del viento) y el tamaño de la población. La transmisión fue mayor en las ciudades más frías y secas (aunque el viento moduló el efecto de la temperatura) y cuando la velocidad del viento fue mayor; finalmente, la transmisión aumentó con el tamaño de la población”, señala el informe.

El estudio resalta que la transmisión del coronavirus aumenta a medida que disminuye la temperatura. “Estos hallazgos son particularmente preocupantes en la actualidad en el hemisferio sur, que está entrando en invierno y, por lo tanto, se esperan temperaturas más bajas en los próximos meses, lo que podría impulsar un aumento de la enfermedad”.

Asimismo, destaca que la humedad relativa alta reduce la supervivencia del virus de la influenza y la incidencia de esta enfermedad. “La humedad ambiental puede afectar la transmisión viral a través de su interacción con las gotas respiratorias, que actúan como contenedores de virus y pueden permanecer más tiempo en el aire seco. Además, la alta humedad conduce a la inactivación de la membrana lipídica viral y, en consecuencia, a una disminución en la estabilidad y transmisión del virus”.

Frío y contaminación

Existen otros análisis sobre el comportamiento del virus en zonas saturadas por contaminación atmosférica, y su impacto en el aumento de las tasas de contagios.

“Se han visto algunas cosas interesantes en China, en general son datos iniciales, en donde se correlacionaron datos de la Nasa, con las tasas de incidencia de contaminación atmosférica en la zona y cómo eso incidía en los contagios. Son datos preliminares hasta ahora, y lo que se sabe de alguna manera, es que si hay una zona muy saturada de contaminación podría eventualmente incidir en la tasa de contagios, explica Francisco Valenzuela, académico de la Universidad del Bío-Bío, en el Departamento de Ciencias Básicas y Laboratorio de Biología Celular y Molecular.

Investigaciones han determinado que las enfermedades respiratorias, como la influenza o sincicial, se ven agravadas por la contaminación ambiental inflamando las vías respiratorias y favoreciendo la infección.

El académico advierte que la contaminación atmosférica que registra Chillán durante los meses frío podría propagar el Covid-19, lo que significaría un aumento notable en los contagios.

“Normalmente la polución que afecta a Chillán es una polución de partículas 2.5 y de 10, que generalmente tienen la capacidad de no solamente arrastrar la misma partícula, sino que otras partículas anexas, y eso permitiría eventualmente que el virus, que tiene grandes capacidades de sobrevivir a distintas condiciones ambientales, pueda ser arrastrado por las mismas partículas a distintos puntos, y la posibilidad de generar su desplazamiento por sí misma”, dice.

Valenzuela recuerda que las contaminaciones ambientales en las ciudades ubicadas en los valles se caracteriza por presentar menor ventilación, por lo tanto, es importante “tener una menor dispersión de la concentración del virus en el aire, y eso no estaría ocurriendo cuando hay una disminución de la ventilación de las ciudades en los valles, entonces eso ayudaría a generar un mayor contagio. Esa situación desde el punto de vista sanitario no se conoce muy bien, pero sí va a tener consecuencias en los contagios, principalmente en las ciudades más contaminadas”.

Agrega que a mayor polución, mayor cantidad de partículas en el aire, menor ventilación y asociado al frío, que generalmente provoca una imunosupresión y al mismo tiempo una inflamación de las vías respiratorias, “se dan todas las condiciones ideales como para que el virus sea más efectivo, generando contagios en una ciudad contaminada”.

Por su parte, la Bioquímica y doctora en Ciencias Ambientales de la Universidad de Concepción, Mónica Montory, manifiesta que cuando una sustancia se encuentra en el ambiente en altas concentraciones (altas dosis), la consecuencia será una baja en las defensas de los organismos vivos.

“En particular, durante la temporada otoño- invierno, la ciudad de Chillan se encuentra, según nuestra normativa vigente, con un proceso de contaminación ambiental, asociado al material particulado y a agentes gaseosos relacionados con la actividad humana (fundamentalmente procesos de combustión). Lo anterior, promueve eventos de enfermedades respiratorias en la población, lo cual sumado a la pandemia provocada por el Covid-19, hace que estos episodios de contaminación generen un aumento de la probabilidad de síntomas y resultados de salud más complejos para aquellas personas que se contagien con el virus”, explica.

Señala que la propagación del covid estaría dada principalmente por el aumento del flujo de personas hacia los centros de atención por las distintas molestias propias del invierno, de la temporada fría y de zonas contaminadas (aumento de asma, aumento de enfermedades respiratorias, entre otras), lo que a la vez también puede aumentar los casos falsos positivos de Covid, por presentar sintomatología similar.
En ese contexto, la experta aconseja respetar todas las recomendaciones emitidas por la autoridad sanitaria, tanto en lo que respecta a la pandemia como cordones sanitarios, cuarentenas, uso de mascarilla, distancia de 1.5 metros entre persona, evitar lugares con mucho público, así como las medidas referentes a los eventos de contaminación del aire. “Uso de estufas ecológicas, actividades deportivas y físicas restringidas. Además, se recomienda la vacunación contra la gripe e influenza para la población, mantener una dieta balanceada durante la temporada de invierno, incorporando cítricos, frutas y verduras de la temporada, bebiendo diariamente al menos 2 litros de agua al día”, precisa.

Legislación ambiental

El seremi de Medio Ambiente de la región del Biobío, Richard Vargas, señala es necesario reducir las contaminación atmosférica para evitar contagios de Covid-19. Manifiesta que el virus puede quedar suspendido en el aire junto al material particulado, haciendo que pueda permanecer en el aire y depositándose en estas micro partículas que son inhaladas por las personas.

“Es súper relevante mantener las medidas para hacer que disminuya la contaminación de material particulado en el aire. También es relevante en el invierno, por ejemplo, el aseo interior para disminuir la contaminación intradomiciliaria, y más relevante es que tengamos que aprendamos a vivir con un aire más limpio”, añade.

Si bien es cierto, se están desarrollando los planes de descontaminación atmosférica, resalta es necesaria una legislación ambiental que proteja nuestro entorno y a la ciudadanía.

“Me parece fundamental que empecemos a desarrollar tecnologías con menor impacto ambiental, incluso con menor impacto en la pandemia. Le recomendaría a los alcaldes y autoridades locales que hicieran la sanitizacion con ultravioleta u ozono, en vez de estar desparramando hipoclorito de sodio, que siendo efectivo para la pandemia pude arrastrarnos un daño muy superior a raíz de esas altas concentraciones de cloro que están lanzando al ambiente”, asevera.

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