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Escribir la historia global de la Región de Ñuble: el desafío de los historiadores

Mauricio Ulloa

“La historia la escriben los pueblos” es la frase que utilizó el Presidente Salvador Allende en su última alocución tras el golpe de estado de 1973. Una verdad innegable que hoy cobra sentido en una región que apenas en dos años de existencia ha dado señales claras de una rica historiografía local. Sin embargo, y a pesar de innumerables estudios y reseñas, la Región de Ñuble como tal, no cuenta con un estudio global y acabado de su memoria.

Muchos coinciden en que la materia está. Tenemos historia, tenemos investigadores y, estamos en vías de conseguir el tan anhelado Museo y Archivo Regional, el que se convertirá en el depósito que permitirá que en el futuro, otros investigadores actualicen lo hecho hasta ahora. El proyecto, en manos de la Seremia de las Culturas, las Artes y el Patrimonio, podría estar ejecutado en dos años más.

El historiador y académico Marco Aurelio Reyes está de acuerdo con esta mirada. “Realmente no hay”, dice. “Hay algunos estudios, tipo reseñas o almanaques que muchas veces se confunden con historia, pero que en el fondo son recopilaciones que hacen autoridades o instituciones. Pero no hay una historia sistemática, y eso nos está faltando. El tema es de siempre, la falta de tiempo”, explica.

Marco Aurelio adelanta que desde hace poco más de un año está escribiendo junto a Ziley Mora una publicación que está relacionada con la identidad de Ñuble. “Estamos estudiando la identidad mestiza para poder empoderar un poco el concepto de mestizaje, porque no nos cabe la menor duda que Ñuble es mestizo. En el siglo XVII no había mujeres españolas en Chile, salvo Inés de Suárez”.

“Lo más conveniente en este tiempo de la historiografía son los trabajos colectivos, no puede un historiador abordar todo, sobretodo acá en Ñuble con la dificultad que tenemos de los archivos, que prácticamente no existen, y cuando todo se hace en Santiago. Yo sugeriría que se hiciera una historia de la Región de Ñuble, pero en un colectivo, o sea que hubiera historiadores (hay muchos), egresados de la universidad. Eso resulta más operativo. Es un buen desafío. Ahora estamos escribiendo un homenaje colectivo Carlos René Ibacache, que fue sepultado en soledad por la pandemia. Hizo una tremenda labor, fue infatigable, un purista de la lengua”, comentó.

Para el historiador Alejandro Witker, la bibliografía de la región se ha enriquecido enormemente los últimos años, pero aun así falta una obra global, “escrita por varios autores en diversos aspectos, como las artes, las letras, la historia económica, proceso social, política, la agricultura”, indicó.

“Por ejemplo, desde la Revista Quinchamalí, vamos a publicar un número especial de huasos y conjuntos folclóricos, porque nos dimos cuenta que nadie sabe cuántos son, no existen registros, y lo mismo pasa con los clubes de huaso; así, muchos hemos avanzado con estudios particulares y temáticos, pero falta una gran obra global colectiva, con autores que afortunadamente sí existen en Ñuble”, precisó.

Historia local

Para el historiador, Fabián Irribarra, la tendencia hoy es la historia local, la que se agota en las breves historias de las comunas. “Yo considero una buena idea escribir la historia regional, pero tendría que ser una historia con apellido, de cómo ha evolucionado la región desde que Ñuble era menos geográficamente hablando, cuando no contaba con la Provincia del Itata, que pertenecía a Cauquenes. Hay que contar los límites que han puesto los gobiernos, las constituciones políticas que definen el territorio, la política administrativa, y obviamente debe tener una conexión con Bío Bío, porque no se puede desconocer que Ñuble estuvo vinculado a esta zona”, indicó.

“Cuando investigamos, es porque sabemos que vamos a aportar algo a la historia. Como cuando hablamos de las cuatro fundaciones de Chillán. Muchos dicen que la ciudad se fundó solo una vez y que el resto obedeció a traslados. Por eso la historia de una localidad debe ser vista desde las ciencias sociales en general, no solo de la historia”, finalizó el también director del Museo Antropológico del Itata, que lleva años trabajando en esta línea. 

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