Son tres los drones adquiridos para arrancar una etapa de televigilancia mediante este tipo de elementos en la capital de Ñuble, proceso que según la Coordinación Regional de Seguridad Pública, se alista a comenzar este próximo mes de abril.
Alan Ibáñez, coordinador regional de la entidad, explicó que “este proyecto se enmarca dentro del Plan Calle Segura y consiste en dotar a las intendencias regionales de aeronaves remotamente pilotadas (drones) con cámaras de alta definición para obtener información visual y transmitirla a una central de monitoreo regional, con la finalidad de detectar incivilidades, realizar patrullaje preventivo en el territorio, obtener medios probatorios ante delitos flagrantes y todos los usos que requieran visión y grabación aérea”.
Ibáñez añadió que de esta manera ya sería factible cubrir la totalidad del territorio comunal lo que era imposible y económicamente inviable mediante el uso de las cámaras de televigilancia estática que, al menos en Chillán, cubren el centro y algunas arterias principales de la ciudad.
A diferencia del dron municipal, que opera desde el 2018, cuyo uso es de apoyo al tránsito, fiscalización del comercio ambulantes y otras actividades; éstos estarán enfocados exclusivamente a acciones de prevención de delitos y en apoyo a conseguir medios probatorios para el Ministerio Público.
“Pero además, serán una herramienta muy útil para detectar, por ejemplo, focos de incendios”, añadió el coordinador.
Central de monitoreo
El proyecto incluye la contratación de once personas quienes deberán ser pilotos, copilotos, técnicos en mantención y personal de monitoreo, el que estará instalado en dependencias de la intendencia y estará activo las 24 horas durante los siete días de la semana.
“Es muy importante que la gente sepa, que las imágenes que va captando el dron se pueden transmitir en vivo a la central, la que tendrá con capacidad de recibir ocho transmisiones simultáneas”, explicó.
La central contará con un seis monitores de 55” y servidores de almacenamiento de imágenes con sistemas de seguridad, y protocolos escritos para el control y resguardo de privacidad e imágenes almacenadas.
Debido a la rápida obsolescencia tecnológica, al continuo y específico mantenimiento que se debe realizar a los drones y al nivel de experticia que deben tener los pilotos de estos equipos, la Subsecretaría de Prevención del Delito ha desarrollado el proyecto licitando el arriendo por cantidad de horas de vuelo de estos drones.
Hasta tres horas diarias
Cada dron es un equipo de gama media, de unos 6 kilos aproximadamente con cámara incluida.
Tienen una autonomía mínima en el aire de 22 minutos, pero se exige que tenga baterías de respuesta suficientes para votar diariamente al menos tres horas.
Según las especificaciones técnicas, cuentan con una cámara de alta definición Full HD y con una cámara térmica intercambiable que permite realizar grabaciones nocturnas.
“Estos mismos drones ya han sido utilizados en otras comunas más australes por lo que han demostrados ser resistentes a los frentes de mal tiempo”, advirtió Alan Ibáñez.
