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El dilema de seguridad que supone el crecimiento periférico de Chillán

Como ocurre en todas las ciudades del mundo, Chillán ha ido mostrando un crecimiento urbano hacia la periferia, donde se han creado verdaderos barrios compuestos por parcelas de cinco mil metros cuadrados.

Y si bien la mayoría de sus residentes apuesta por la tranquilidad en desmedro de lo cercano al centro, esa tranquilidad se ha comenzado a interrumpir por la delincuencia.

La semana pasada, los vecinos del sector Las Tagüitas, en el kilómetro 8 del camino a Coihueco, se hicieron notar tras una serie de robos que han estado amenazando a sus cerca de 50 casas. De ellos, este 2019, se han denunciado formalmente seis delitos.

El comandante Jorge Sales, subprefecto de los Servicios de Carabineros, confirmó que, en efecto, “los sectores con más denuncias son aquellas parcelas ubicadas en el sector de camino a Las Mariposas y aquellos aledaños a la ruta hacia Coihueco, haciéndose presente que son hechos puntuales y que fueron tratados en su oportunidad para evitar las reincidencias”.

Esto último en referencia a que desde la subcomisaría de Coihueco ya coordinaron reuniones con los vecinos para diseñar planes conjuntos de seguridad.

Los planes cuadrantes solo fueron considerados, en su creación, para sectores urbanos, lo que se planificó para los barrios de estas interzonas, los llamados subsectores.

“Por lo tanto, los servicios policiales son prolongados hasta esos sectores. Carabineros de Chile semestralmente realiza un estudio para destinar los recursos humanos y logísticos, a través de un indicador denominado Índice de Cobertura Policial, y sus principales variables son el aumento o disminución de habitantes y poblaciones”, aclara el comandante.

Proyectos y autocuidado

Carabineros insiste en que el autocuidado es clave para asegurar la tranquilidad de estos vecindarios.

“Cuando se opta por residir en parcelas y lugares apartados, deben considerar sus propios sistemas de seguridad de sus bienes, como primera línea de prevención, realizar las denuncias para que Carabineros analice el comportamiento de delito y se organicen los vecinos en juntas de vigilancia rural”, recordó el comandante.

Y así lo debieron entender los vecinos del sector Monterrico, en el camino a Las Mariposas.

Una de sus dirigentes, Silvia Cabrero, cuenta que “hasta el año pasado estaban entrando a robar muchas veces, y los afectados fuimos demasiados”.

Relata que incluso sospechan que a las víctimas, las aturdían con algún spray mientras dormían, porque ingresaban de noche a sus casas y les revisaban veladores, cajoneras y clósets completos.

“Fueron momentos terribles, pero empezamos a organizarnos, primero creando un Whatsapp con todos los vecinos, y acá hay más de 350 casas. Entonces cualquier cosa extraña se comunica de inmediato”, dice.

Luego, decidieron postular a los proyectos de la Subsecretaría de Seguridad Pública y hoy figuran como beneficiados a cámaras de televigilancia.

Para eso, “se requiere conformar una organización funcional se requiere de 15 personas, o socios”, dice el encargado de Seguridad Pública, Alan Ibáñez.

“Con eso se puede postular a los proyectos de seguridad que hemos estado entregando en la región. Partimos creando cerca de 60 proyectos el año pasado, y este año ya van más de 156, como alarmas comunitarias, cámaras o luminarias”, detalla.

Ibáñez asegura que cada año esperan aumentar estos proyectos, la clave será, por lo tanto, organizarse y aprender a postular, “pero sin olvidar que éste es un trabajo de todos, y son los vecinos los que deben tomar sus precauciones, no dejar todo en mano de las policías o el Gobierno”, cerró.

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