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EEUU conmemoró el fin de la esclavitud en medio de tensiones por el racismo

Demonstrators take part in a Juneteenth march and rally in Downtown Washington, DC, on June 19, 2020. - The US marks the end of slavery by celebrating Juneteenth, with the annual unofficial holiday taking on renewed significance as millions of Americans confront the nation's living legacy of racial injustice. (Photo by Olivier DOULIERY / AFP)

Miles de estadounidenses llenaron las calles del país este viernes con marchas para conmemorar el 155 aniversario de la abolición de la esclavitud, en pleno periodo de tensiones y de reflexión sobre la discriminación y el racismo sufrido por la comunidad negra.

En Washington los manifestantes derribaron el viernes por la noche la estatua del general confederado general Albert Pike, le prendieron fuego y corearon “las vidas negras importan”, según imágenes transmitidas por ABC7 News.

“La policía de Washington no está haciendo su trabajo al observar cómo se destruye y se quema una estatua”, dijo el presidente Donald Trump en Twitter.

Varias manifestaciones tuvieron lugar en ciudades como Washington, Nueva York, Atlanta, Chicago y Los Ángeles con motivo del “Juneteenth” (contracción de junio y 19 en inglés), el día de 1865 en que los últimos esclavos fueron liberados en Texas.

La fecha suele celebrarse con servicios de oración y reuniones familiares, pero este año, la muerte de varios afroestadounidenses a manos de la policía llevó al país a marchas masivas en pleno debate sobre el racismo que marcó su pasado e impregna la sociedad.

Cientos de personas denunciaron ante el monumento en memoria de Martin Luther King en Washington “el racismo, la opresión y la violencia policial”, respondiendo al llamamiento de los equipos locales de baloncesto.

Cerca de la Casa Blanca, otro grupo de manifestantes paseaba en un ambiente distendido por la recién bautizada Black Lives Matter Plaza (Plaza de las Vidas Negras Importan).

“No podremos eliminar a todos los policías racistas, pero queremos echar a la mayoría de ellos y hacerles rendir cuentas”, dijo a la AFP Joshua Hager, de 29 años.

George Floyd, un afroestadounidense de 46 años, fue asfixiado por un oficial de policía blanco cuando fue arrestado en Minneapolis el 25 de mayo. Sucumbió después de permanecer más de ocho minutos bajo la rodilla de Derek Chauvin.

La difusión de la escena, filmada por transeúntes, provocó una onda expansiva en el país y multitudinarias manifestaciones, a veces marcadas por actos de violencia y saqueos.

“La triste verdad es que este no es un caso único”, dijo el hermano de George Floyd, Philonise, en una reunión sobre racismo en el Consejo de Derechos Humanos de la ONU en Ginebra.

Otro suceso en Atlanta atizó el enojo: el 12 de junio, un oficial de policía blanco mató de dos balazos en la espalda a Rayshard Brooks, un afroestadounidense que intentaba escapar de un arresto por ebriedad.

Como en Minneapolis, el oficial fue despedido de la fuerza y acusado de asesinato.

En otro caso, el alcalde de la ciudad de Louisville, en el centro del país, anunció el despido de un policía implicado en la muerte de una enfermera negra, Breonna Taylor, asesinada en su apartamento en marzo.

Varios miles de manifestantes marcharon a través del puente de Brooklyn de Nueva York a Manhattan el viernes, gritando los nombres de hombres y mujeres negros asesinados por la policía en los últimos años.

“Este año, todo el país ha hecho un reconocimiento”, dijo Tabatha Bernard, de 38 años. “Depende de nosotros mantener esto en marcha hasta que tengamos un cambio”.

El candidato presidencial demócrata Joe Biden, que aventaja a Trump en las últimas encuestas, dijo que este día les recordó a los estadounidenses que el país “es capaz de sufrir la peor violencia e injusticia, pero también tiene una increíble capacidad para renacer de nuevo”.

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