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Donaciones de parlamentarios: ¿Solidaridad u oportunismo?

Cajas de alimentos con un sello muy especial, la fotografía de quien las donó, el diputado RN Frank Sauerbaum, se encuentran en estos momentos en el centro del debate.

En medio de la pandemia por Covid-19 que afecta al país, tanto Sauerbaum como otros parlamentario, como Felipe Harboe (PPD) y Jorge Sabag (DC), entre otros, han optado por ir en ayuda de quienes se han visto afectados, y en el camino, con mayor o menor publicidad han dejado su marca, lo que ha sido cuestionado desde diversos sectores.

Si bien las elecciones parlamentarias se realizarán en noviembre de 2021, algunos interpretan este y otros gestos como un acto proselitista. Según la Ley 19.884 sobre Transparencia, Límite y Control del Gasto Electoral, se prohíbe a precandidatos y candidatos realizar donaciones en dinero o especies, pero esto se circunscribe al período de campaña electoral.

“Desde el inicio de mi gestión parlamentaria hemos colaborado en todo el distrito con familias que tienen problemas, que no lo están pasando bien y que son referidas por los dirigentes sociales de todo Ñuble con los que trabajamos”, sostuvo Sauerbaum, quien hizo hincapié en que la ayuda es con dineros propios, de ahí las fotografías en las cajas, “para que la gente sepa de dónde viene la ayuda”, dijo.

“Obviamente que tras el inicio de la pandemia, las carencias se han acrecentado por las razones que todos conocemos. Sin embargo, me parece muy necesario señalar que toda esa ayuda se ha hecho con recursos propios y sin utilizar ningún peso público. En el pasado hemos sido muy críticos de aquellos que utilizan recursos públicos para beneficio personal, y por tanto, no vamos a caer en esa inconsistencia”, agregó.

El diputado manifestó: “Vamos a seguir ayudando y trabajando en terreno como lo hemos hecho siempre, y si a alguien le molesta, bueno, lamentablemente es poco lo que yo puedo hacer. Mi trabajo es legislar, pero también representar y ayudar, y eso es lo que estamos haciendo con todo el equipo en estos días difíciles para muchas familias. A los que critican, si pueden, que se metan la mano al bolsillo y ayuden. Menos críticas y más ayuda sería mi mensaje”.

Otras donaciones

Hace unos días se conoció también una importante donación del senador, Felipe Harboe, consistente en 10 toneladas de harina y 2 mil mascarillas lavables para diversas familias de Ñuble, las que financió con parte de su dieta. Si bien los paquetes entregados no llevaban su fotografía, sí incluían un listado con consejos de higiene y su nombre.

“Nosotros no publicamos ninguna noticia sobre nuestra acción. Se trató de una donación de mi sueldo hecha anónimamente, y la información que se acompaña es con consejos preventivos, dada la falta de conocimiento ciudadana sobre cómo prevenir nuevos contagios”, sostuvo el parlamentario, quien insistió en que “en momentos difíciles, hay que ayudar sin esperar reconocimiento alguno”.

Quien también ha realizado donaciones de mascarillas y ha contribuido con sanitizaciones en distintos barrios de Ñuble, es el diputado DC, Jorge Sabag, quien ha omitido su nombre o su imagen al hacer entrega de la ayuda.
“Es difícil establecer un límite entre la solidaridad y el oportunismo. Si un parlamentario coloca una foto al entregar un regalo, debe tener sus razones, yo siempre parto de la buena fe, y veo el fondo de esto, que es apoyar”, aseveró.

Agregó que “en lo personal, igual estoy cooperando con vecinos y vecinas de nuestra región, pero decidimos como equipo no colocar ningún tipo de publicidad en esa entrega. Eso es más bien una decisión personal, pero si alguien lo hace, tendrá sus razones, no por eso va a ser malo, lo importante acá es la intención de ayudar”, afirmó.

“Boomerang”

Desde el ámbito del marketing político, la experta, Paulina Pinchart, advierte que no está bien efectuar este tipo de donaciones.

“La gente va a recibir la ayuda venga de quién venga, pero con la situación de estrés y necesidad que hay en este minuto, ni siquiera está capacitada para retener el nombre o foto del parlamentario que está en la caja. Es decir, desde el marketing político, es esfuerzo perdido”, sostuvo.

Ahora, bien, añadió, “el impacto que estas acciones causan en el resto de la gente, es negativo, porque como sea, pese al desprestigio de la política y de las instituciones, todavía se espera que aparezca un líder con una ética y moral que lo lleven a luchar genuinamente por el bien público, y ver estas cosas, aprovecharse de un contexto tan terrible, a lo menos, choca”.

Paulina Pinchart tampoco cree que el hecho de donar con recursos propios sea una justificación.
“Cuando uno da, ¿Lo hace para contribuir o para sacarse la foto de que está dando? Puede salir de mi bolsillo, pero porque mi interés no está en el otro, sino en el posicionamiento de mi marca. La gente puede ser humilde, pero percibe cuando están haciendo algo por ellos o simplemente por quedar bien. Como los políticos nos habituaron al clientelismo, el ciudadano también ha aprendido que tiene que tomar de quién venga, sacarse la foto con quien sea, y a la hora de votar, hacerlo por quien interprete sus planteamientos”, manifestó.

Para Pinchart, “no está mal ayudar, pero hay momentos en la vida para hacer campaña política, y es legítimo; pero hay otros en que hay que ser consecuentes con el carácter de servidores públicos. Más allá de sanciones legales que pudiera haber, hay una sanción moral. El político es una figura pública, y es un modelo para el resto, y al hacer esto, logra que todo se caiga. Creo que será un boomerang para ellos, se les va a devolver”, advirtió.

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