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“Dios está con ustedes, sigan con la misma fuerza”

Se metió en la piel del hincha chillanejo.

Por su sencillez, cercanía y capacidad de lucha en la cancha.

El recordado “Gringo” Chase Hilgenbrick, el primer jugador norteamericano en la historia de Ñublense, sigue vivo en el recuerdo de los fanáticos del elenco de Ñuble.

Y quedó demostrado en las últimas horas, cuando mediante una votación online que organizó el club en sus redes sociales, fue elegido como el mejor lateral izquierdo en la formación titular de todos los tiempos.

La noticia lo sorprendió en Illinois, Estados Unidos, donde ejerce su sacerdocio, y desde donde quiso enviar una emotiva y esperanzadora bendición al pueblo ñublensino mediante un video.

También agradeció que después de su paso por Chillán, del 2006 al 2007, la gente lo siga recordando con tanto afecto.

El “Gringo” no olvida

“Yo estaba haciendo memoria, recordando con Dios sobre mi vida y todas las bendiciones que me han dado en mi vida y una de ellas fue estar en Chillán, siendo aceptado por el club. Fue tanto lo que vivimos entre el 2006 y 2007 en Ñublense y gracias a Dios, pero hay algo que experimenté en Chillán que no viví en otro pueblo”, relata mediante un video que se viralizó en redes sociales.

“Y eso que viví es la fuerza de la gente, que es unión, que no es físico, es interior del corazón, no me siento separado, sino que unido a ustedes en estos momentos que estamos pasando”.

Chase Hilgenbrick pidió a la comunidad de Chillán a seguir unida para enfrentar la pandemia del coronavirus.

“Estamos viviendo una situación tan rara en el mundo, que no podemos estar con los vecinos ni con los familiares, pero la fuerza no tiene que morir, porque existe espiritualmente, en la unión espiritual, les pido que sigan con la misma fuerza porque voy a estar siempre con ustedes y en agradecimiento por este regalo que me han dado, les mando mi bendición de sanidad y santidad. Le pido a Dios Todopoderoso que les entregue su bendición sobre tu pueblo y el club de Ñublense, en el nombre del Padre, del Hijo y el Espíritu Santo, Amén. Que viva Chile. Que Viva Ñublense”, culmina gritando ante la cámara de su celular el recordado “Gringo”, quien llegó proveniente de Naval, tras arribar a Chile para vestir la casaquilla de Huachipato.

Dejó huella

Chase vino por última vez a Chillán el año 2016.

Ya en su calidad de sacerdote ofició una misa en la capilla Santa Ana de la Villa Olímpica, sector aledaño a donde vivía cuando era jugador del Rojo.

En la ocasión el recinto religioso se repletó de fieles e hinchas que sintieron su mensaje.

“Fue en esta capilla donde yo escuché el llamado de Dios. Siendo futbolista, en medio de la fama, me sentía solo y Dios me llamó. Sentí su llamado y entonces descubrió que era mi vocación, mi felicidad”, contó Hilgenbrick, quien ya a fines del 2007 decidió irse de Ñublense para acompañar en Estados Unidos a su padre que atravesaba una delicada enfermedad.

El “Gringo” es recordado por su inquebrantable disciplina táctica. Se desempeñó como lateral izquierdo o stopper, siempre cumpliendo con mística y disciplina sus tareas, lo que fue siempre alabado por su entrenador Luis Marcoleta.

Ahora está dedicado a su verdadera vocación. Colgó los botines, se calzó la sotana, pero el amor por Ñublense, Chillán y su gente sigue vigente. Más ahora, cuando su mensaje fue un verdadero bálsamo de paz y esperanza para los ñublensinos que viven la cuarentena total esperando que asome la luz al final de este túnel llamado coronavirus.

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