La creación de 600 mil puestos de trabajo directos e indirectos en un período de tres años a nivel nacional, 20 mil 448 de ellos en la Región de Ñuble, es el objetivo central del “Plan de Empleo y Reactivación” presentado recientemente por el presidente la Cámara Chilena de la Construcción (CChC), Patricio Donoso.
En Ñuble, se espera que las medidas de reactivación en materia de construcción de viviendas generen 18 mil 987 empleos en el periodo, mientras que las obras de infraestructura aportarían otros 1.461 puestos de trabajo.
María Eugenia Rojas, presidente de la CChC Chillán, expuso que el plan “constituye un aporte del gremio ante el urgente desafío de crear fuentes laborales y reimpulsar la economía en tanto las condiciones sanitarias así lo permitan”.
La dirigente añadió que “la propuesta plantea asimismo otros dos objetivos prioritarios: satisfacer demandas sociales asociadas a vivienda, equipamiento urbano e infraestructura básica y abordar problemáticas urgentes, como es la crisis hídrica que afecta al país. Todo esto a través de un impulso a la inversión y un estrecho trabajo colaborativo entre el sector público y el privado.
Para lograr estos objetivos -explicó Rojas- se debe cumplir una serie de “requisitos estructurales”. Entre estos, “políticas públicas para reducir la insolvencia de las empresas, el perfeccionamiento de las relaciones contractuales, la certeza jurídica para el desarrollo de inversiones, la eliminación de trabas regulatorias y de burocracia, una política de estímulos a la inversión privada y a la contratación, y un plan de retorno para iniciar la reactivación basado en protocolos sanitarios, como el que ya ha puesto en marcha la industria de la construcción”.
A su vez, Patricio Donoso señaló que “el país está viviendo una severa crisis económica y una acelerada pérdida de puestos de trabajo, frente a lo cual nuestra industria puede jugar un rol de contención y reactivación muy importante. De hecho, en esta propuesta identificamos medidas y proyectos concretos –de rápida ejecución, tanto del área de vivienda como de infraestructura– que sin duda ayudarán a materializar el Plan de Emergencia acordado por el mundo político. Eso es lo que hoy se necesita y es lo que precisamente queremos aportar con este Plan”.
Donoso explicó además que, si bien este plan pone énfasis en el corto plazo, se decidió considerar un horizonte de tres años dada la experiencia de las crisis pasadas. “Por ejemplo, tras la crisis del ‘81 se necesitaron cuatro años para volver a alcanzar los niveles de empleo que había antes de esta y tres años en el caso de la crisis de 1999. Es decir, se va a necesitar, más que un impulso inicial, un esfuerzo sostenido para dejar atrás la actual crisis que estamos viviendo”.
En este contexto, la propuesta del gremio contempla para el trienio una inversión total de US$ 22.600 millones, considerando US$ 10.290 millones de inversión pública y US$ 12.310 millones de inversión privada.
En la Región de Ñuble, la propuesta considera una inversión en vivienda de US$347,2 millones, mientras que en infraestructura, de US$167 millones.
Impulso en vivienda
Tanto el grueso de la inversión como de los empleos esperados con la propuesta se concentran en el sector vivienda en la región. La propuesta del gremio plantea cinco metas: la construcción en condiciones especiales de viviendas de integración social, para lo cual se solicita asignar subsidios al programa DS19, para activar de inmediato la oferta ya disponible; la resolución de incertezas que afectan a viviendas autorizadas, pero cuyas obras no se han iniciado; la construcción de un plan piloto de arriendo protegido en terrenos fiscales; la entrega de nuevos subsidios para el mejoramiento de viviendas y barrios; y la construcción en condiciones especiales de viviendas para sectores vulnerables, para lo cual se requiere potenciar el programa DS49.
En ese sentido, en la Seremi de Vivienda de Ñuble se está trabajando en generar un nuevo banco de proyectos a través de los diferentes decretos de subsidios: para clase media (DS1), Fondo Solidario de Elección de Vivienda (DS49), Subsidio de Habitabilidad Rural (Ds10), Subsidio de Integración Social y Territorial (DS19) y mejoramientos de vivienda (PDA y ampliaciones) y obras urbanas. Esto, con la proyección de dejar nuevamente en cero la cartera de proyectos calificados a la espera de recursos, tal como ocurrió con la potente inversión de $44 mil millones incluidos en la agenda de aceleración económica del 2019.
“Estamos muy esperanzados y trabajando al 100% de nuestras capacidades, tantos los funcionarios de Serviu como de la Seremi, en el sentido de poder calificar y poder tener proyectos aprobados a la espera de estos nuevos recursos que llegarán a través de estos fondos de reactivación económica, que como ya sabemos el presidente Sebastián Piñera ha dicho que el Minvu va a ser un motor importante de reactivación”, enfatizó el titular de la cartera en la región, Carlos Urrestarazu.
La autoridad agregó que “tal como sucedió el año 2019 cuando recibimos una cifra de $44 mil millones pudimos beneficiar a más de 2 mil familias con soluciones habitacionales, un gran porcentaje de estos recursos también consideró subsidios PDA que son subsidios de rápida ejecución que nos permite también instalar en la cadena productiva recursos frescos a pequeñas pymes de la construcción como también de obras urbanas que se vieron beneficiados. Por lo tanto, este año esperamos que sea algo similar”, enfatizó.
En esa línea, el seremi Urrestarazu sostuvo que el Ministerio aprobó un total de 3 mil 868 subsidios para mejoramientos de vivienda y PDA en Ñuble, los que han comenzado a hacerse efectivos paulatinamente durante estos meses y traerán consigo 5.028 puestos de trabajo a la región.
Enfatizó que “la ejecución de estos proyectos de ampliación y mejoramientos van dirigidos a pymes de la construcción locales quienes se adjudicarán los recursos”.
La generación de empleos se traduce en este caso a 1,3 puestos de trabajo por unidad de vivienda a mejorar, es decir 5.028 puestos de trabajo gracias a los 3.868 subsidios asignados.
Esto, sin considerar los subsidios para construcción de conjuntos habitacionales que se irán sumando en los próximos meses y que consideran la contratación de 3 trabajadores por unidad de vivienda, adelantó el titular de la cartera en Ñuble.
Sector relevante
La ambiciosa propuesta fue destacada por expertos locales, quienes apuntaron a la relevancia del sector construcción como generador de empleos.
Jonathan Labra Hernández, coordinador técnico del Observatorio Laboral de Ñuble, detalló que en el año 2019, en promedio, el sector construcción en el país representó el 8,6% del empleo, siendo el cuarto sector de mayor proporción de ocupados tras el comercio (19,2%), la industria manufacturera (9,8%) y la enseñanza (8,9%), de acuerdo a las cifras de la Encuesta Nacional de Empleo (ENE) del Instituto Nacional de Estadísticas (INE). En Ñuble para el mismo año, la construcción representó el 6,9% de los ocupados (sexto lugar).
“Este sector es relevante, al ser considerado como un buen indicador de la actividad económica, pues, históricamente se ha caracterizado por ser procíclico”, manifestó el profesional.
“El plan económico de reactivación presentado por la CChC está en línea con las propuestas generadas por la OIT, quienes señala, que este sector puede ayudar a liderar la recuperación económica. En concreto, la OIT manifiesta que los gobiernos pueden avanzar en proyectos de infraestructura, en específico, los planes de mantenimiento que pueden ser más sencillos de implementar. A su vez, la inversión en infraestructura puede suponer un impulso en la demanda y en la creación de empleo”, explicó Labra.
No obstante, el coordinador técnico del OLÑ indicó que “la propuesta requiere un análisis mayor dado que se debe conocer en profundidad de qué manera podría aplicarse en regiones como Ñuble. De todas formas, en medio de esta pandemia que está afectando a empresas y trabajadores, toda propuesta siempre ayudará, teniendo los resguardos necesarios en su implementación, una vez superada la crisis sanitaria que nos afecta”.
Sustentabilidad
Renato Segura, director del CER Regional, reconoció que “la inversión pública y la construcción de viviendas son un instrumento poderoso que maneja la política económica. La primera se puede lograr poniendo el foco del gasto público en las obras y no en la adquisición de bienes y servicios prescindibles; la segunda, se puede estimular permitiendo que entre el 10% y 20% de los ahorros previsionales puedan ser usados para financiar con prenda la adquisición de una vivienda nueva”.
Sin embargo, el investigador advirtió que “no se puede omitir que en la actualidad existe una fuerte presión social para endurecer la exigencia de sustentabilidad en el marco regulatorio de la construcción. La región de Ñuble ha vivido la fuerte resistencia de la comunidad a la construcción de edificios de altura, construcciones muy apetecidas en los proyectos inmobiliarios para aumentar el retorno de cada metro cuadrado de terreno que se destinan a levantar las obras”.
Asimismo, Segura planteó que “en materia de generación de empleos, también existe una fuerte crítica al sector, toda vez que la rentabilidad de la mayoría de las obras de construcción se levantan a cuenta de un bajo nivel de salarios y estabilidad de los trabajadores de la industria”.
El director del CER Regional aseveró que el plan de reactivación “es pertinente a la actual crisis, sin embargo, la exigencia de sustentabilidad, la certificación laboral en el marco de las cualificaciones para un salario justo para quienes trabajan en el sector y la contratación preferente de mano de obra local, son medidas fundamentales que el sector debe garantizar si quiere lograr la validación social. Las zonas y los recursos de sacrificio y los costos sociales de interdependencia que surgen de las decisiones de los agentes económicos en momentos de crisis, son componentes que en las nuevas generaciones generan un fuerte rechazo social”, cerró.
