Señor Director:
El domingo 14 de febrero el diario La Discusión publicó una nota sobre la capacidad espacial de los cementerios municipales de Ñuble.
Respecto a San Carlos, preocupa que el terreno de la cancha haya sido adquirido en 2012 y todavía no haya sido incorporado al recinto, ya que la tramitación es lenta. El alcalde señala que el terreno dará capacidad para 50 años, pero según mis cálculos solo aumentaría la capacidad por 15.
En Chillán, preocupa que el alcalde hable de “optimización” de un cementerio, lo que la mayoría de las veces esto significa hiperdensificación y perjuicio para el patrimonio cultural (el cementerio tiene calidad de museo en algunos sectores). Preocupa que el municipio no esté pensando a largo plazo y en ampliar el espacio, ya que afortunadamente el cementerio está rodeado de terrenos agrícolas por ahora, pero evidentemente se urbanizará en contexto y quedará rodeado por tejido urbano en el mediano plazo.
Sobre el caso de Chillán Viejo, causa alarma que no teniendo un cementerio público, en 2019 el municipio haya desistido continuar la tramitación. Se desconocen los motivos y la solución a futuro.
Comento que Bulnes no fue incluido en el Informe por tener menos de 15.000 habitantes, pero informo que dispone de una muy buena capacidad con una ocupación de suelo del 60%, gracias a gestiones del municipio concretadas en 2019 y que sumaron 1,6 hectáreas.
