Celebrar juntos ha sido por décadas una necesidad propia del ser humano, hasta hoy, la propagación del Coronavirus ha obligado a los chillanejos a cambiar sus rutinas, sobre todo las sociales, a causa de las cuarentenas que se han instaurado en la región con el fin de evitar más contagios.
Si antes los carretes del fin de semana eran un panorama obligado para muchos, en plena pandemia estos hábitos también han debido modificarse. En este sentido, y con la finalidad de no dejar de “ver” a los amigos, muchos chillanejos han optado por los “carretes virtuales”.
Es el caso de Alejandra Ramírez, quien tiene un grupo de doce amigas con las que se junta una vez al mes desde hace ocho años. “En marzo no pudimos juntarnos y ahora en abril se nos ocurrió vernos por Zoom con nuestro traguito y algo para picar. De las doce que somos, pudimos juntarnos nueve y esperamos que el otro mes podamos todas, porque lo pasamos muy bien”.
“Hace bien ver a quienes uno quiere porque estar encerrados y sin contacto más que con el marido y los hijos, a veces agota. Uno necesita estar en contacto con otras personas. Esta es una posibilidad ideal y he visto a varias personas que lo están haciendo; mi marido, de hecho, se conecta con sus amigos de Santiago una vez a la semana y lo pasa super bien”.
Alejandra admite que extraña esas juntas mensuales. “Claro que se echan de menos, pero hemos encontrado en esta plataforma una buena excusa para mantenernos cerca, mientras pasa todo. Esperando que pronto podamos estar juntas nuevamente”, indicó.
Cumpleaños a control remoto
Carla Aliaga hace pocos días tuvo que celebrar su cumpleaños 38 a través de redes sociales y en compañía de sus dos hijos. Según contó a LA DISCUSIÓN, ella siempre ha optado por celebrar sus “primaveras” y en esta ocasión tan especial, no fue la excepción.
“Las videollamada fueron muy útiles y están muy moda. Creo no me faltó ningún saludo, también en las redes sociales. Todo en la casa, celebré varios días. Estás más sensible y el cariño de permea de forma diferentes, siempre con el ‘bichito’ de qué ganas de estar en una fiesta, pero quedé llena de emociones positivas”, manifestó.
Desde la sociología
La socióloga de la Dirección General de Géneros y Equidad de la Universidad del Bío Bío Cristina Martín, dijo que ese es un fenómeno acotado a un rango etareo. “Se está dando en el adulto joven, en personas de más de 25 o 30 años. De cierta manera, como sociedad, y el Latinoamérica somos personas que necesitamos estar cerca de la gente, no tenemos una cultura fría, como en Europa. Si bien allá ellos salen, no son de tocarse como nosotros. Los chilenos y latinoamericanos somos de contacto, y una forma de poder mantener esa cercanía es precisamente mirando, observando, observar a la otra persona para sentirnos cercanos”, precisó.
“Yo diría que esto ocurre en una población un poco más grande en el sentido de lo que implica la crisis sanitaria; los jóvenes muchas veces sienten que no les va a tocar el virus, que son más fuertes, se sienten más dueños del mundo, porque cuando uno es joven siente que no le va a pasar nada. Por eso el público al que pega esto es al adulto joven que tiene más responsabilidades, que son mamás, papás. Muchos de cierta manera mantenían cercanía con su grupo de amigos y en medio de esta pandemia han encontrado este medio para poder conversar de otros temas, relajarse, sentirse más cercanos”, explicó.
Cristina agrega que quienes han encontrado este medio, sienten que es un refugio en medio del teletrabajo, de las responsabilidades que conlleva el hogar. “En este caso, el imaginario social construye un espacio de carrete como si estuvieran todos presentes”, concluye.
