Si se marca el número de celular de Inmunosalud, que aparece publicado en lnternet, contesta la voz de un hombre. “Número equivocado”, es lo que responde cuando se le pregunta por uno de sus socios, Omar Becerra.
Quien fuera denunciado en numerosas oportunidades y desde hace un par de años por distintos medios de comunicación por realizar trabajos médicos sin contar con el título exigido por la ley, fue objeto nuevamente de denuncias, esta vez masivas, en la Brigada de Delitos Económicos (Bridec) de Chillán.
Así lo confirmó la unidad de comunicaciones de la PDI, el pasado miércoles, anunciando que “se interpusieron 27 denuncias de presuntas víctimas. Por instrucción del Ministerio Público, la Bridec se encuentra recopilando los relatos y realizando las diligencias investigativas, de la Policía de Investigaciones de Chillán”.
El martes último diversas familias de comunas como Chillán, Chillán Viejo, San Ignacio o Pinto llegaron hasta las dependencias de la PDI, luego que las actividades de Becerra, esta vez en una clínica dental, volvieran a ser expuestas públicamente por el programa “Maestros del Engaño”, de TVN, en un episodio que titularon “El falso médico”.
Los denunciantes habían estado recibiendo tratamientos de ortodoncia y dentro de lo que algunos explicaron en la unidad policial, apuntaban a intervenciones dolorosas, lo que en un comienzo atribuían a un factor normal de este tipo de procesos.
Y mientras una de las clientes aseguró haber pagado en total cerca de $1,3 millones, la generalidad de los denunciantes especificó que les cobraban entre 100 mil y 150 mil pesos mensuales por el tratamiento.
Además, dieron nombres y características de otras dos personas del centro Inmunosalud, quienes se habían presentado como médicos ortodoncistas, sin que hasta hoy la PDI haya logrado determinar sin en efecto lo eran, o si se trataba de personas que trabajaban sin contar con el grado universitario.
Pese a lo anterior, hasta el minuto, no se ha dado orden de detención en contra de Becerra, ni de ninguna otra persona asociada a Inmunosalud.
Becerra estudió Medicina en la Universidad de Concepción, sin llegar a titularse.
Estuvo trabajando con niños vulnerables en Inglaterra, desde donde lo deportaron tras ser descubierto como falso médico.
En Chile, la extensión de esta práctica le costó enfrentar a la justicia, ser formalizado por ejercicio ilegal de la profesión y estuvo un tiempo privado de libertad.
Hasta el momento no se ha aclarado si seguía ejerciendo o solo administraba el centro Inmunosalud, del que se presenta como socio.
