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Agricultores admiten que el arándano dejó de ser “la niña bonita”

Entre los agricultores y exportadores lo que se venía comentando hace un par de años hoy se ha instalado como un veredicto: el arándano dejó de ser “la niña bonita” de la agricultura de Ñuble, pues si bien hasta ahora sigue liderando las exportaciones frutícolas y la superficie plantada de frutales de la región, factores de mercado, como la fuerte competencia de Perú, han reducido el atractivo que este cultivo tiene para los productores, quienes coquetean sin disimulo con cerezas y avellanos europeos, que hoy entregan retornos mucho más interesantes.

Según el Catastro Frutícola de 2019, elaborado por Ciren-Odepa, el arándano americano es la especie más plantada en la región de Ñuble, con 4.023 hectáreas, un 17,3% más que lo registrado en 2016. En segundo lugar, el avellano europeo, que en 2016 estaba en quinto lugar, al pasar de 759 a 2.944 hectáreas, lo que representó un aumento de 287%. Y en tercer lugar, los cerezos, que subieron de 1.300 a 1.600 hectáreas (23,1%) en tres años.

Para el empresario Pedro Carrasco, presidente de CarSol Fruit, la tercera mayor exportadora de arándanos de Chile, la principal amenaza la representa Perú, “que ha desplazado a Chile como primer productor mundial ofertando fruta en los mismos meses que produce Chile”.

El aumento de los envíos de arándanos del país vecino (48% en un año), en los mismos meses en que Chile comercializa su producción, ha incrementado la oferta en mercados como el de Estados Unidos, lo que ha presionado los precios a la baja, por lo que no son pocos los exportadores chilenos que están buscando diversificar mercados de destino, apuntando a Asia, o sencillamente, comenzaron a mirar otras especies.

En Chile, en tanto, los números no crecen con la misma velocidad que en Perú. “La temporada de arándanos a nivel país terminó con 109.000 toneladas exportadas versus 111 mil toneladas de la temporada pasada, es decir, un 1,5% menos, prácticamente la misma cantidad que el año pasado”, expresó Carrasco.

Durante la campaña 2019-2020 las exportaciones totales de arándanos del Perú alcanzaron las 120 mil toneladas y se prevé que las cifras sigan creciendo para la campaña 2020-2021, pues en los últimos cinco años han aumentado más de ocho veces. De un total de 2.316 hectáreas que tenía en 2016, ahora Perú tiene 10.963 hectáreas. Para el próximo año se calcula que habrá un crecimiento del 35% de la superficie en el Perú, pronosticándose que se rozarán las 14.000 hectáreas principalmente en las zonas del norte del país, según datos de ProArándanos.

En Chile, en tanto, la superficie alcanzaba a 18.373 hectáreas el año pasado, según Odepa, de las cuales un 21,8% se concentran en Ñuble.

En opinión de Andrés Acuña, gerente de Comfrut Nursery, división de viveros del grupo Comfrut, “probablemente el arándano dejó de ser la niña bonita de Ñuble, hoy tenemos que lograr alta producción con excelente calidad para permanecer en el mercado.

Según coinciden actores del rubro, los arándanos peruanos han logrado mayor competitividad, puesto que los costos de envío son menores y el costo de la mano de obra es menor, y además, tienen la ventaja de tener una temporada más extensa que la chilena. Conviene mencionar también la fuerte inversión pública hecha por el

Estado peruano en obras hidráulicas que han permitido regar vastas zonas con una importante participación de inversionistas y profesionales chilenos.

Pero no es solo Perú. Según IQonsulting, los envíos totales de los países productores de arándanos en el Hemisferio Sur aumentaron casi 20% en la reciente temporada, lo que contrasta con la caída de 1,5% de Chile.
“Perú, México y España compiten con la fruta temprana de Chile y luego con la fruta tardía. Perú necesita producir en diciembre, enero, febrero y más, por lo que al menos en volumen en esa época, siempre competirá y está más cerca de Estados Unidos y también de Europa”, comentó Acuña.

De igual forma, el empresario y exportador de arándanos Fernando Rodríguez, reconoció también que “ya no es la niña bonita de la agricultura, hoy es el cerezo el que está en mejor posición, porque tiene mejores precios y ha andado bastante bien y tiene un mercado natural en China, donde todavía falta mucho para saturar ese mercado”, así como también mencionó al avellano europeo, en una categoría más industrial.

“Por eso todo el mundo anda plantando cerezas -continuó el agricultor-, y la ventaja que tenemos es que Perú no ha logrado masificar ese cultivo, están haciendo muchos ensayos, porque no tienen clima, ya que el cerezo necesita horas de frío. Argentina tiene algo de cerezos, pero no es mucho. Entonces, por el momento Chile está solo con las cerezas, así como en el pasado estuvo solo con los arándanos”.

Rodríguez comentó en el caso de los arándanos, los envíos a China lograron buenos precios en la temporada 2018-1019, sin embargo, en la temporada 2019-2020 los arándanos peruanos inundaron también el mercado chino, reduciendo los retornos.

El empresario reconoció que en la reciente temporada llegó a tener buenos precios en Europa y Estados Unidos, pero también logró precios malos, lo que aseguró, tiene que ver también con la negociación de la exportadora y con el momento en que se vende, razón por la cual Rodríguez ha plantado en distintos sectores de San Ignacio y Chillán Viejo así como también distintas variedades, con el objetivo de extender su periodo de cosecha (desde noviembre a marzo) y reducir riesgos.

Desafíos

En este escenario, muchos coinciden en que los principales desafíos para la industria de los arándanos es diversificar mercados de destino y seguir avanzando en el recambio varietal, con variedades más productivas, de mejor calidad y de mayor vida postcosecha, enfocándose en el sabor como elemento diferenciador. De igual forma, la diversificación de variedades según época de cosecha ha resultado ser una herramienta útil.

Según Andrés Acuña, la opción de enfocarse o incorporar otros rubros es ya una realidad. “La pista es pesada y seguirá así. Diversificar, sin duda que es el mejor camino, pero ¿cómo?, o ¿con qué?, siempre hay nichos, pero es complicado pensar en reemplazar toda una industria, será parecido a la experiencia con los kiwis o los espárragos, donde quedaron los mejores, pero también muchos en el camino y eso duele”.

“Hoy la agricultura necesita tecnología y apoyo a largo plazo del Estado, apoyo para crecer y lograr competitividad, falta agua, no en los ríos, falta agua en el campo, también falta hacer un terremoto en la cadena de distribución, no es posible que una hortaliza se multiplique por 4 ó 5 veces sin ninguna transformación desde el agricultor al consumidor interno, así, no hay espacio para crecer en el mercado interno”.

Apuesta por calidad

En esa línea, Fernando Rodríguez apuntó que el factor sabor puede ser una clave para el arándano chileno frente a sus competidores. “El arándano peruano es mucho más bonito, es más duro, más firme, pero dado que tienen este clima semitropical, la fruta no tiene gran acumulación de azúcar, entonces, el arándano chileno es de mejor sabor, más dulce, algo que valoran los chinos, a diferencia de Estados Unidos, donde priorizan el aspecto”.

Es por ello que el productor, quien sigue plantando arándanos, aseveró que “nosotros tenemos que conseguir fruta firme, para lo cual se está haciendo recambio de variedades para eso, que viajen bien y con el sabor que nosotros logramos, nos va a ir mucho mejor”.

Diversificar mercados

Ingrid Quezada, directora de ProChile Ñuble, coincidió con el diagnóstico y expuso que “bajo el escenario actual, donde Perú y México tienen costos logísticos y mano de obra más baratos, el precio de los arándanos chilenos se hace menos competitivo para entrar al mercado de Estados Unidos. Sin embargo, por calidad y dulzor de nuestros arándanos los prefieren. Pero si buscan lo más barato, no competimos”.

Quezada destacó que “Estados Unidos es un mercado muy importante para Chile, representa un 55% de los envíos de arándanos chilenos y hoy las tendencias nos indican un incremento en el consumo de alimentos saludables y orgánicos”. En ese sentido, destacó que los productores de la región están a un paso de exportar arándanos a dicho mercado bajo el Systems Approach, que permitirá levantar la exigencia de fumigación en destino impuesta por Washington en diciembre de 2013 debido a la presencia de la plaga Lobesia botrana en huertos del país. En la práctica, dicha restricción ha impedido exportar la fruta como orgánica durante estos años.

Y si bien sostuvo que Estados Unidos es un mercado importante, también destacó que existen otros mercados, como el asiático, donde se puede seguir creciendo. “ProChile promueve e invita a los empresarios a diversificar sus mercados y recientemente, nuestra región tuvo un hito, al abrir un nuevo mercado para los berries (mix de berries congelados) en el Medio Oriente”.

A modo de ejemplo, Quezada recordó que “en marzo estuve en Turquía, país con más de 80 millones de habitantes, y también pude conocer los productos que llegan de Chile a ese mercado y me di cuenta que también hay oportunidad para los arándanos. Allá los turcos me decían a cada rato ‘blueberries very expensive here’ y efectivamente, es una fruta muy cara en ese país, sin embargo, son muy pocas empresas chilenas las que exportan hacia allá”.

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