Carolina Fuentes, conforme a las primeras indagaciones e hipótesis de la Fiscalía Regional de Ñuble, murió el 30 de junio.
El mismo día en que habría discutido con Ricardo Neira Arriagada, la persona con la que había tenido una relación sentimental marcada por altibajos, desde el 2015.
Y aunque aún no se ha establecido cuál de todas las agresiones sufridas fue la que, en definitiva le causó la muerte, el Servicio Médico Legal sí confirmó que fue golpeada con un objeto contundente en la cabeza, dorso, espalda y brazos, para luego intentar asfixiarla obstruyendo sus vías respiratorias.
Mediante un peritaje de georreferenciación hecho al celular de Neira, el último que la habría visto con vida, la Brigada de Homicidios de la PDI de Chillán, concluyó que su cuerpo fue llevado en la camioneta del imputado hasta el sector Las Palmas, a unos 40 kilómetros del sector de Monteleón, en el que se encontraban, y dejado en ese lugar por cerca de tres semanas.
Una vez que se hizo público, el 21 de julio, que la desaparición de Carolina sería investigada como si se tratase de un homicidio, Neira Arriagada –conforme a la exposición fiscal en la audiencia- habría vuelto al lugar, y la habría llevado hasta el sector de El Membrillar para arrojarla al río Itata.
Según los peritajes hechos al celular de Neira, ese mismo día 21 de julio, “Neira había ingresado a Google y en el buscador escribió preguntas como ¿Cuánto tiempo se demora en descomponerse un cuerpo? y ¿Cómo ocultar un depósito para que no sea buscado por la policía?”, apuntó el fiscal Álvaro Hermosilla, quien acompañó a la Fiscal Regional, Nayalet Mansilla y a la fiscal (s) de Quirihue, Cecilia González en la audiencia de formalización.
Se expuso, además, que hubo dos ocasiones en que la PDI llegó hasta el domicilio de Neira para continuar con los interrogatorios, “y en una ocasión, lo sorprendieron lavando su camioneta, pero no de la manera usual, es decir con un trapo; sino que él había sacado completamente los asientos para lavarlos. Y en una segunda oportunidad, lo encontraron cambiando completamente la pick-up de su camioneta, retirando una plástica que tenía, por otra metálica”.
El lunes 5 de octubre, un grupo de pescadores deportivos que se encontraban en el costado sur del río Itata, en el sector de El Membrillar, encontraron su cuerpo en el agua, enredado en unas ramas en un punto de difícil acceso, por lo que debió ser el personal del GOPE de Carabineros el que logró rescatarlo.
Su estado hacía imposible un reconocimiento. “Había pasado casi tres semanas en una zona de muy altas temperaturas en el día y de bajas temperaturas en la noche, por lo que se le generó un proceso de corificación (transformación de la piel en cuero) y después aparece en un lugar distinto, porque si hubiese estado todo ese tiempo en el agua, el cuerpo hubiese presentado otras características”, apuntó la fiscal Mansilla.
Guardar silencio
Uno de los cuestionamientos hechos por el defensor, Antonio Guerra, fue el que “nos parece contradictorio que el Servicio Médico Legal diga que aún la causa de muerte es indeterminada; y luego que se diga que las lesiones que se detallan le habrían causado la muerte”.
Sin embargo, lo que incidentó con mayor énfasis es el que “a mi representado desde el principio se le da trato de imputado, pese a que dicen que se le toman declaraciones como testigo. A nuestro entender la incautación que le hicieron de su celular es ilegal, porque si bien a un testigo se le pueden incautar elementos, eso es con entrega voluntaria. En el caso de mi representado, lo estaba interrogando como la última persona en verla con vida, y al final de la entrevista, la policía le pide el celular. ¿Qué margen tenía él de negarse? Eso no habría pasado si hubiese estado con un abogado que lo pudiera asesorar”.
Guerra dice haberse entrevistado dos veces con Neira desde que fue detenido. Y ante la pregunta “¿se declara inocente?” hecha por LA DISCUSIÓN, el defensor responde que “en este momento ése es su status”.
Tras ser detenido, Neira Arriagada no ha prestado declaración ante la PDI ni la Fiscalía. “Se acogió a su derecho de guardar silencio”, apuntó el abogado Guerra.
Presidio Perpetuo
Por cerca de tres horas se extendió la formalización de Ricardo Neira Arriagada, imputado por el delito de femicidio que afectó a Carolina Fuentes Bustos, en el Juzgado de Garantía de Quirihue.
El magistrado Adolfo Montenegro daría un último receso, el más corto de la jornada y que no superó los 15 minutos, para volver diciendo apenas retomó la palabra que se “acoge la solicitud de la Fiscalía y en consecuencia se decreta la prisión preventiva del imputado”.
Como fundamento se invocó que “su libertad representa un peligro para la seguridad de la sociedad”.
Y pese a que en primera instancia se optó porque cumpliera la medida cautelar en la cárcel de Chillán, la defensa de Neira Arriagada solicitó que se le permitiera permanecer en el penal de Quirihue, por ser la que estaba más cerca de su grupo familiar.
Finalmente, el juez Montenegro se inclinó por decretar que la cumpliera en la cárcel de San Carlos. Paralelamente, se otorgó un plazo de ocho meses para la investigación judicial.
Lo anterior, y como especificara la fiscal Cecilia González, “es porque se deben esperar resultados de peritajes y exámenes muy complejos, como el de ADN, el toxicológico y el histológico. Además se deben solicitar nuevos requerimientos internacionales para revisar el flujo de datos de sus redes sociales”.
Respecto a la prognosis de pena, la fiscal Mansilla comentó a nuestro medio que “estamos hablando de penas de femicidio, que son penas bastante altas, las que incluso pueden llegar al presidio perpetuo”.
“No quiero más carolinas”
Desde el Ministerio de la Mujer y Equidad de Género, la seremi de esa cartera en Ñuble, Bárbara Hennig, tal como lo había adelantado a mediados de semana, “nos vamos a ser parte de una querella, ya tenemos el patrocinio del hijo de Carolina, lo que nos permite querellarnos con más fuerza contra el autor de este horrible femicidio”.
La seremi, utilizó también la frase: “no queremos más carolinas”, para complementar que “no queremos que pasen estas cosas, y pedimos que las mujeres denuncien, que se atrevan a denunciar”.
Coincidencia o no, fue la misma frase que diría a nuestro medio, finalizada la formalización, el esposo de Carolina, Óscar Cisternas.
“Esto es demasiado doloroso, es un dolor que no se soporta…pero si sigo hablando es porque no quiero más carolinas en este país, no quiero que a ninguna mujer le vuelva a pasar lo que le pasó a ella”, comentó.
Óscar admitió haber escuchado toda la formalización a través de Internet. “En un comienzo dudé en hacerlo porque sabía que iba a ser muy fuerte, sin embargo, lo hice. Y la verdad ha sido terrible porque ya fue doloroso el que se haya perdido, doloroso el haberla encontrado muerta y más encima, en esas condiciones y ahora sumamos el tremendo dolor de saber cómo la mató esta persona que para mí es un sicópata, alguien que es un peligro viviente para todas las mujeres, alguien que nunca más puede saber lo que es la libertad”.
Aunque días anteriores dijo ignorar quién era Ricardo Neira, o si él mantenía una relación sentimental con Carolina, los detalles de la audiencia se lo confirmaron.
“¿Sabe qué? Ella fue y seguirá siendo mi esposa por siempre, no me importa lo que pudiera haber tenido con esa persona. Es mi esposa y la madre de mis hijos y por eso le compré la urna más linda que le pude comprar, para que se le haga una despedida bonita, llena de cariño, llena de gente que la quiso con toda el alma. Entre ellos, yo. Ella tuvo una vida digna y merece irse de este mundo con toda la dignidad posible”.
La residencia de Carolina estaba actualmente en Santiago. De todas formas, y por decisión de sus hijos y de su marido, será sepultada en su tierra natal. En Ninhue.
