Según el presidente de la Asociación Nacional de Funcionarios Penitenciarios (Anfup) Ñuble, suboficial Cristian Montecinos, “entre el fin de semana pasado y este último, Gendarmería incautó cerca de 550 papelinas con pasta base y cocaína, las que fueron lanzadas en diferentes paquetes desde el exterior”.
El dirigente dice saber que estos llamados “aéreos” o “pelotazos” son un tema ampliamente conocido por toda la comunidad y en especial por las autoridades, sin embargo apunta a un hecho hasta ahora no tratado.
“Ya es evidente que entre los funcionarios hay reticencia de seguir interviniendo cada vez que lanzan un paquete desde el exterior de la cárcel, porque hay reos armados, porque siempre significan peleas campales, porque el riesgo de que resulte un funcionario apuñalado es cada vez mayor”.
Luego, apunta que los reos saben que “en caso de que uno de ellos resulte lesionado a causa del actuar de un gendarme, este es muy probable que se vaya de baja”.
Más claro y determinante asegura que “si esto no se soluciona, si no se dan las garantías para que podamos actuar, es muy probable que se decida, sencillamente, no intervenir para incautar esos paquetes”.
Los fines de semana
Montecinos hizo un llamado a las autoridades encargadas, tanto de la cárcel como de la seguridad pública, para que “se acerquen a la cárcel y vean los videos grabados por las cámaras de seguridad, y sean testigos de las verdaderas batallas campales que se arman cada vez que cae un aéreo”.
El dirigente pide, también, que haya una nueva reunión entre la Intendencia y las policías, para coordinar patrullajes preventivos los fines de semana.
“Hubo una reunión, pero se coordinaron patrullajes de la PDI y Carabineros de lunes a viernes, lo que ha sido muy efectivo. Sin embargo, los delincuentes saben eso y aprendieron que es el fin de semana cuando pueden ir a tirar cosas. Es el fin de semana nuestro momento crítico”, insistió.
Alan Ibáñez, coordinador de Seguridad Pública, admitió que “en efecto, entendemos que es un problema grave esta situación que afecta a los gendarmes y a los mismos reos. Carabineros ha estado haciendo un trabajo constante en materia de patrullajes preventivos y fiscalizaciones por las inmediaciones de la cárcel”.
Ibáñez añadió que “es atendible lo que piden los funcionarios, y desde luego que se puede coordinar un trabajo para aumentar los esfuerzos y hacer más rondas los fines de semana”.
La malla perimetral
Otra manera de minimizar el número de lanzamientos es la instalación de una malla perimetral en torno al patio de reos.
Fue en septiembre de 2018 que Gendarmería regional le hizo esa solicitud al recientemente asumido intendente Martín Arrau, en un proyecto cuyo costo es cercano a los 300 millones de pesos.
El proyecto fue enviado a Santiago y devuelto para que se superaran algunos detalles técnicos (lo que ya se hizo).
La seremi de Justicia, Jacqueline Guíñez, afirmó que “esperamos solucionar el problema (los aéreos) con el proyecto que se está evaluando, está en etapa de análisis del calculista y quedando resuelto, tenemos el compromiso del intendente y del CORE para aprobarlo y ejecutarlo a la brevedad”.
Esta etapa, conforme al director regional de Gendarmería Ñuble, coronel Gonzalo Hermosilla, “está en su fases finales”.
El coronel advierte que el tema de los lanzamientos se repite en todas las unidades del país que están ubicadas en radios urbanos.
“Hemos estado trabajando este tema en todas las cárceles de Ñuble, el trabajo con las policías se está gestionando y le hemos pedido a los propietarios de los terrenos aledaños a la cárcel de Chillán, por 5 de Abril, que puedan cerrarlos, porque favorece el lanzamiento que hacen personas, que por lo que sabemos, reciben grandes sumas de dinero por realizar esta actividad ilegal”, aseveró la autoridad carcelaria
